Mi Secretaria - SUPERCORP (G!p)

MALDITO WILLIAM DEY

Do not Cry

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Kara había tomado la decisión de mantenerse en CatCo por un corto periodo de tiempo. Aunque aún no era necesario que se tomara una licencia por su embarazo, había decidido reducir su carga de trabajo. Andrea, su jefa y amiga, la había tranquilizado, asegurándole que el equipo estaba allí para apoyarla y que no debía preocuparse demasiado.

Lena se mantenía en constante comunicación con Kara a través de mensajes. Le recordaba que si necesitaba cualquier cosa, estaría allí rápidamente.

Lena le propuso llevarle el almuerzo a Kara. Aunque Kara trató de declinar amablemente la oferta, Lena no aceptó un no por respuesta. Sabía lo importante que era que Kara se alimentara adecuadamente por el bienestar del bebé. Así que, con su típica terquedad cariñosa, Lena organizó todo para que John, el asistente ahora de Kara, llevara el almuerzo y un pequeño postre. Era una forma de asegurarse de que Kara estuviera recibiendo la nutrición necesaria y se cuidara durante su jornada laboral.

A pesar de la brevedad de su tiempo en CatCo, Kara sabía que tenía un sistema de apoyo sólido a su alrededor. Lena estaba a solo un mensaje de distancia, lista para brindarle apoyo emocional y práctico en cualquier momento.

Mientras tanto, Lena continuaba dedicándose plenamente a sacar su empresa a flote. No solo estaba enfocada en su relación con Kara y en la próxima llegada de su hijo, sino que también mantenía su compromiso con L-Corp y su visión de hacer crecer el negocio de manera sostenible.

El día estaba a punto de llegar a su fin, y Kara se encontraba recogiendo sus pertenencias y organizando sus libretas en su escritorio. Sumida en su tarea, no se percató de la entrada de William a la oficina. Sus ojos se posaron en ella durante unos instantes, observándola con una mezcla de sorpresa y curiosidad hasta que finalmente Kara se dio cuenta de su presencia.

—William, me asustaste —expresó Kara con una ligera sonrisa mientras retomaba su atención a las libretas.

—Disculpa, no era mi intención. —William parecía genuinamente apenado por haber interrumpido su concentración.

Kara no le dio mayor importancia y siguió con su tarea, guardando las últimas libretas en su mochila. En ese momento, las palabras de William resonaron en su mente.

—Me enteré que estás embarazada —dijo William con un tono amable y cálido.

Kara asintió con una sonrisa radiante —Sí, es cierto. Ya tengo siete semanas de embarazo. Descubrí la noticia cuando tenía cuatro semanas.

La sorpresa se reflejó en el rostro de William mientras procesaba la información. —Vaya, el tiempo parece pasar volando, ¿verdad?

Kara asintió con una risita —Definitivamente. Aunque solo han sido algunas semanas, se siente como si hubiera pasado mucho tiempo desde que lo supe.

William asintió con comprensión —Debe ser una experiencia emocionante. Felicidades, Kara. Me alegra mucho por ti.

Kara agradeció con sinceridad —Gracias, William. Estoy realmente emocionada por lo que viene. Aunque es un camino nuevo y desconocido, estoy segura de que será una etapa increíble.

William le ofreció una sonrisa reconfortante —Sin duda, con tu determinación y cariño, estoy seguro de que serás una madre maravillosa.

Las palabras de William eran sinceras y Kara las recibió con gratitud.

—Claro, ambas seremos madres maravillosas.

Las palabras de Kara resonaron en el aire, pero William pareció confundido por un momento, como si estuviera procesando la información.