Mi Secretaria - SUPERCORP (G!p)

EN BUSCA DEL PERDÓN

Era mitad de semana y Kara ya se había instalado como reportera en CatCo. Mientras se concentraba en organizar sus pertenencias en su oficina, James entró y la saludó con entusiasmo.

—¡Kara! —exclamó James, con una sonrisa en su rostro.

Kara se giró hacia él y le devolvió la sonrisa.

—James, te echado de menos —dijo mientras se acercaba a él para darle un abrazo.

—Yo también, Kara —respondió James, correspondiendo al abrazo.

—¿Te parece si vamos por un café y te cuento cómo va todo por aquí?— sugirió James.

—¡Claro! Solo déjame acomodar mis libretas y estamos listos— respondió Kara, mostrando su disposición.

Después de unos minutos de preparación, Kara y James salieron de la oficina y se dirigieron al elevador. Para su sorpresa, se encontraron con William Dey, un reconocido periodista y ganador de dos premios Pulitzer.

—¡Hola, William! —saludó James, extendiendo una mano hacia él.

William respondió con cortesía, estrechando la mano de James.

—Hola, James.

Luego, dirigió su mirada a Kara con interés, interrumpiendo su saludo.

—Tú debes de ser Kara, ¿verdad? —Intervino William.

Kara asintió con amabilidad y profundizó su mano hacia él, pero William la estrechó sin mucho entusiasmo.

—Mmm... bueno. Adiós, James —se despidió William, restándole importancia a la presencia de Kara.

Kara se sintió desconcertada por la actitud de William, pero decidió no dejar que eso la afectara. Aunque su encuentro inicial no fue tan cálido como esperaba.

Ya en la cafetería ambos chicos entablaron una conversación, James le hablo de su relación con Lucy.

—Quisimos dar el siguiente paso y ahora... ya estamos comprometidos — reveló James con una sonrisa en su rostro.

Kara no pudo evitar mostrar sorpresa y emoción. —¡Wow, eso sí que es una gran noticia! Felicidades, James. Estoy realmente feliz por ambos —exclamó sinceramente.

James agradeció el gesto y respondió con alegría.

—Gracias, Kara. Significa mucho para mí. Lucy y yo estamos muy emocionados por este nuevo capítulo en nuestras vidas.

La conversación continuó mientras disfrutaban de su café. Kara expresó su entusiasmo y compartió algunos deseos de felicidad para la pareja. Después de algunos minutos regresaron a la empresa.

Kara se encontraba caminando por el pasillo de la oficina de Andrea cuando una imagen capturó su atención de inmediato. Era una figura pelinegra de espaldas, y de inmediato supo que era Lena Luthor. Sabía perfectamente su anatomía. Junto a ella, estaba Andrea Rojas.

Kara se detuvo en seco, sintiendo una mezcla de emociones mientras observaba la escena desde la distancia. El corazón le latía aceleradamente y su mente se llenaba de preguntas y especulaciones sobre la presencia de Lena junto a Andrea. De repente, un recuerdo vívido la golpeó: Lena había mencionado que era una de sus amigas. Y esa misma mujer era la que le había dado un suave beso en la comisura de los labios afuera del bar aquel día que la llevó a casa por primera vez. Todo comenzó a cobrar sentido en la mente de Kara.

Después de unos momentos de indecisión, Kara decidió seguir su camino y continuar con sus asuntos.

Continuó avanzando por el pasillo, tratando de concentrarse en sus propias tareas y mantener la calma. Sabía que tarde o temprano tendrían que abordar sus propios problemas.