"La única cosa que podía destruir la casa del dragón era esta misma.
Aemma Targaryen sabía que solo nació
como un recordatorio a su madre que su padre nunca la amaría.
Es por ello por lo que hizo todo para proteger a su familia, a sus hermanos.
Se c...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"No me iba a rendir hasta el día en que él
Muriera"- No body, no crime, Taylor Swift ft HAIM.
Aemma vestía completamente de negro, luego del funeral de su hijo por la ciudad mostrando su completa tristeza, la reina ya no sonreía solo caminaba con su cabeza en alto tomando la mano de sus otros dos retoños los cuales con profundas ojeras caminaban al lado de su madre, para la nobleza una escena triste de ver, pero para el ciudadano común, era sin duda una tragedia por ello fueron a lanzar flores al pequeño dragón llorando, pensando en que harían si estuvieran en el lugar de la reina.
Se decía por las calles que nunca se vio una escena más triste para la familia Targaryen, esa escena marcaba el principio del fin de la que se creía la dinastía más fuerte.
Su pequeño niño, había sido incinerado como las tradiciones de la antigua Valiria, la dragona de la reina fue encargada de realizar aquella tarea, la cual bajo la petición de su jinete prendió una gran llamarada.
Toda la ciudad estuvo de luto y se dio prohibición de hacer fiestas o celebraciones.
Aemma aquella misma tarde se despidió de sus hijos, que incluso lloraron intentando aferrarse a las faldas de su madre rogando quedarse en la ciudad, pero esta les juro que volvería a verlos cuando los pudiera mantener a salvo. Maegor fue el primero que subió a su dragón quien junto a Sir Harry partieron a Dorne.
- Sir Harry – llama la reina a su protector.
- ¿Si mi reina?
- Cuide a Maegor, que no se meta en problemas.
- Así lo hare, su alteza- sonrie el capitán de la guardia nocturna.
Aemma besa la frente de su hijo mayor, el cual sabia que, aunque siguiera llorando su madre no cambiaría de parecer.
- Mi dulce dragón, no te metas en problemas.
- Eso hare madre- susurra el sin verla.
- Cuídate mi pequeño, mamá ira por ti.
- ¿Lo prometes, madre? Tu jamas rompes tu promesa.
- Lo prometo mi príncipe- sonrie la reina besando su frente.
Maegor asiente subiendo a su dragón, mientras Sir Harry junto a cientos del hombre siguen al pequeño príncipe a pie.
Aemma escuchaba a su pequeña hija lloraba aferrada a Daeron, el cual trataba que no se lanzara contra su hermana mayor.
