Apophis

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Descargo de responsabilidad.
Stargate no me pertenece, ni ninguna de las imágenes mostradas. Este fic fue creado por mí con el propósito de entretener.

Stargate O’Neill 7

Jack frunció el ceño al atravesar el portal. Estaban en una especie de planta o fábrica, y no había forma de que no reconociera el lugar, porque ya lo había esperado, sabiendo que la exploración del lugar debía estar cerca.

«Contraya tu abuela, no necesito un robot Jack», pensó Jack. La tecnología de este lugar era asombrosa, y los androides eran increíbles, pero si no recordaba mal, sus baterías eran una mierda, y en la actualidad no le serían de ningún beneficio, porque no podría mejorarlos.

En cuanto a dejarse copiar para aliviar la soledad del hombre contraya, del cual no recordaba su nombre, ese sería el peor plan. El robot Jack de la historia original ya se sentía asfixiado en el lugar y él era un militar sin muchas expectativas. Si fuera él, verse encerrado en este lugar lo volvería loco en pocos días… Aunque las cosas podrían mejorar si tuviera acceso a videojuegos, consolas y, sobre todo, internet. Sería una vida de vago inigualable…

Jack sacudió la cabeza en su interior, no era el momento de pensar en fantasías idílicas.

Él ya tenía un plan para el hombre contraya. Si lo aceptaba, bien por él; sino, se marcharía sin más. Jack miró a su equipo, que revisaba los alrededores y comentaba sobre lo que parecía una tecnología más anticuada que la de ellos.

—Gente, acérquense —ordenó Jack con tono neutral. Su equipo se apresuró a reunirse.

—¿Sucede algo, O’Neill? —preguntó Teal.

—Sí, Teal. Este lugar está demasiado limpio para estar abandonado —dijo Jack aferrándose a cualquier tontería para poner a su equipo alerta—. Movámonos con cuidado —dijo y comenzó a avanzar, fijándose en las paredes y ordenándole al equipo posicionarse a distancia unos de otros, no quería que los aturdieran a todos de un solo disparo. No recordaba cómo el hombre contraya capturó al SG-1 original, pero estaba seguro de que los aturdió de alguna forma. Por eso, al igual que con el hombre pescado, su plan era mantener la distancia.

Después de avanzar unos cien metros, se encontraron con un túnel estrecho. Jack ordenó que se detuvieran, miró a Daniel y le indicó que avanzara, revisara adentro y volviera a informarles.

—¡Jack! —reprendió Daniel.

—¿Qué? —preguntó Jack levantando una ceja.

—¡Me estás usando de carne de cañón! —reprochó Daniel enojado.

—Tonterías, ¿qué te hace pensar eso? —preguntó Jack con confusión.

—Jack, es evidente que crees que hay una trampa en ese túnel y me estás enviando a ella —reprochó Daniel. Él era tan quejica como siempre.

—Daniel, si te soy sincero, pienso que te van a aturdir. La verdad, siempre estás cayendo en alguna trampa, así que no creí que te importara. Pero como te quejas tanto, quédate atrás. Carter, adelántese y revise ese túnel —ordenó Jack. Carter lo miró con una expresión de aturdimiento, y Jack suspiró. Su equipo estaba formado por puros cobardes, empezando por él.

—Bien, retrocedan, manténganse a diez pasos —ordenó.

—Soy el coronel Jack O’Neill, SG-1. Somos exploradores de la Tierra… —Jack dio su discurso inaugural de exploración y paz, pero nadie respondió.

—No somos gente agresiva y creo que ustedes tampoco. Si hablamos, podemos entendernos. Si les preocupa nuestras armas, podemos enviar a alguien desarmado a negociar. Pero si no responden en un minuto, nos marcharemos —advirtió Jack, y comenzó a retroceder.

Stargate Xión (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora