Capítulo 11 (MARK)

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-¿Por qué demonios está aterrizando Simons en Moscú?-

Mi amigo millonario Ryan Carter no había vuelto de Moscú, ya que la situación era algo delicada.

-Ya te lo he dicho, tengo cosas que hacer acá.-

-Específicamente mande por ti.- Ryan se estaba alterando. -¡Di órdenes de que Gabriel tomará tu puesto por unos días!-

Me aflojé el nudo de la corbata. -No podía. Tengo reuniones con algunos socios de firmas importantes.- Para ser sincero tenía dos puntos en contra para ir a Moscú. Uno de ellos era Morgan y el otro es precisamente el idiota de Simons.

-Estás mintiendo, sé perfectamente que no hay ninguna reunión, hable con tu asistente.-

-Son reuniones de último minuto, de hecho debo entrar a una ahora.-

-¡MARK, DEJA DE  SER UN IDIOTA..!-

Colgué la llamada.

-¡Uf!, debo de poner mi teléfono en modo avión.-

Me levanté del asiento para estirar un poco mi cuerpo.

-Señor Mark, acaba de marcar la asistente del señor Carson, moverán la reunión para hoy en la tarde.- Mi asistente entró en ese momento.

Volteé a verla y le sonreí. -Claro, después de las cuatro estará perfecto.- Ella salió.

-Perfecto, puedo invitar a la hermosa Morgan a almorzar.- Sin dudar tome mi teléfono, a los dos timbres ella contestó.

-Hola.- Cada vez que escucho su voz me vuelvo un adolescente estúpido.

-Hola...- Ambos nos quedamos en un agradable silencio.

-¿Cómo te encuentras cariño?- Decimos ambos, lo cual provoca la risa.

Después de unos segundos ella responde. -Estoy pensando en ti y la noche increíble que pasamos.-

Sus palabras me ponen ansioso. -Esta noche podría repetirse. Claro si tú lo deseas.-

Ella suspiró. -Esta noche no podré, será noche de chicas.-

-¿Noche de chicas?-

-Lisa y yo vamos los días miércoles por una copa... estrés laboral.- Yo sonreí. -Aunque podrías venir con nosotras, sería una noche muy interesante.- Dijo muy coqueta.

Aunque quisiera acompañarlas pienso en que debo tener cuidado y no ser visto por la recepcionista. -Sabes, tengo una mejor idea, el sábado podríamos ir a navegar.- Hacía días que no saco a "Nathan" al mar abierto y extraño eso. -Tu, yo y esa lencería roja sexy que tienes.- Una sonrisa boba asomo en mi rostro. Estos días hemos hecho mucho el amor con Morgan, me apetece hacerlo en el océano, aunque debo de tener precaución, ya que cada día siento más obsesión por estar a su lado.

-¿No crees que estamos abusando de la hospitalidad de tu amigo?-

-No, él estará encantado de que saque a mar abierto a esa preciosura.-

Ella se quedó callada unos segundos. -De acuerdo, solo sí me prometes ir a mi concierto el sábado por la noche.-

¿Concierto? Mierda... -Por supuesto cariño, mándame el lugar y hora. Debo dejarte, tengo que organizar unas cosas, te llamo en la noche.-

-Adiós cariño.- Ella colgó y yo suspiré por la invitación.

-Debo de inventar una excusa.-

Después de un increíble almuerzo con los señores  Harper y una reunión aburrida con el señor Carson me encontraba trabajando en unos de los proyectos de Gabriel. -Esto es un desastre ¿Acaso no se organizan?- El proyecto era poco entendible y poco viable para el cliente. -Con razón lo quieren suspender.-

Seguía concentrado en mis cosas cuando mi secretaria entró. -Señor tiene una llamada del señor Ryan.- Su cara de preocupación me alertó.

-Esta bien, la tomaré.-

-Gracias.- Dijo ella aliviada.

Tomé el teléfono y respondí. -Hola.-

-¡Eres un idiota y Simons un incompetente!-

-También me alegra escucharte.-

-No es una maldita broma, cuando regrese tú y yo tendremos una larga plática.-

Suspiré, hace años ha venido amenazándome con echarme. -Por supuesto, estaré encantado de oírte.-

-El amor te vuelve un imbécil.-

-Y a ti un ogro, te veo al volver.-

-Mark...-

Puse los ojos en blanco -Ya envié los papeles, puedes quedarte tranquilo, todo se resolverá y como siempre te salvaré el trasero.- Sonreí de lado.

-Gracias, a la próxima me encargaré de que vayas en el maldito avión.-

Reí bajito. -Claro...- Él colgó. Me levanté del asiento para ir a tranquilizar a mi secretaria, ya que por lo visto la amenazaron con perder su puesto.

-Señorita Lennox, el señor Carter...- No pude continuar con mis palabras, ya que mi asistente no se encontraba sola.

-Señor Leviels, él es Matt Ortega, fue uno de los trabajadores encargados del proyecto de los señores Abbey.-

-Es un placer señor Mark Leviels.- Él sonrió triunfante y yo solamente pude pensar en: Maldita sea...


Capítulo corto lo sé, lo siento, seguiré con la historia solo tenganme paciencia 🥺🥺🥺🥺🥺

<Is It Love? Mark> El EJECUTIVO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora