<Is It Love? Mark> El EJECUTIVO

Capítulo 2

-Usted de nuevo.- Dije en susurro. 

-Sí, yo de nuevo.- Entreabrió la boca sonriendo. 

Varios segundos lo miré a los ojos. Estaba hechizada por esos ojos verdes que olvidé el motivo de mi urgencia. 

-Lo siento debo irme.- Me sujetó más fuerte. 

-¿A dónde?, ¿necesita que la lleve?.-

Por el rabillo del ojo mire la melena rubia de Lisa, si no corría me haría regresar a dentro del antro, donde me torturaría observando a Matt. 

-A dónde sea estaría bien.-

Su sonrisa se hizo más grande. 

(¡Oh!, se ve más atractivo). 

Me guió a su Mercedes tipo 4x4, sin dudar subí. 

-¡MOORRR!-

Antes de que Lisa nos alcanzará el vehículo arrancó. 

-¿A dónde desea ir?.-

Mire por el espejo retrovisor, Lisa movía frenéticamente sus brazos. 

(Perdoname Lisa, pero no podía seguir allí).

-Donde usted desee, solamente deseo irme de acá.-

Mi teléfono comenzó a vibrar, miré que era una llamada de Colin. 

(Me matará si respondo).

-A veces es necesario desconectarse de todo.-

Lo miré, (cuelga Morgan). Suspiré -Tiene usted razón.- Decidí apagar el teléfono, ya el lunes le pediría una disculpa. 

Pasaron unos largos minutos, los cuales los pasamos en silencio,  cuando mire que tomó el desvío hacia la isla Ellis. -¿A dónde vamos?.-

-A mi lugar favorito.-

Lo miré sorprendida, ¿lugar favorito?... 

-Descuide no soy un asesino serial o algo parecido.-

-Si eso pensara no hubiera subido al auto.-

-De hecho no dudo en subirse.- Río, su risa era suave, a comparación de la de Matt la cual es grave. Sacudí mi cabeza para sacar esa comparación de mi mente. 

-¿Sería una pésima víctima?.-

-La peor de todas.- Siguió riendo. 

Después de varios minutos pude visualizar el mar, estaba oscuro, pero la luna se reflejaba en ella. Inmediatamente baje el vidrio, el aire frío de la noche golpeaba mi rostro y el viento meneaba mi melena castaña. 

-Hermoso.- Dije en su susurro. 

-No ha visto la mejor parte.-

Lo miré extrañada, ¿A dónde se dirigía exactamente?.

Llegamos al muelle, estaciono la 4x4. -¿Ha navegado alguna vez?.-

-Muy pocas veces.-

-¿Le marea el mar?.-

-No...-

Con una sonrisa encantadora bajó del auto, se dirigió a mi puerta y me ayudó a bajar. Sin soltar mi mano se dirigió a un pequeño yate. 

Con letras doradas el lujoso yate fue bautizado como "NATHAN", creo que es su nombre. 

-Es por acá.- Seguía sin soltar mi mano, me dirigió a la cubierta principal y después a la proa donde habían lujosos asientos. -Debemos sentarnos, saldremos dentro de unos minutos.-