Capítulo 3

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Cuando llegamos al yate se dirigió al camerino principal. Era otro espacio de lujo, con una cama matrimonial en medio y un bar. En una de las paredes se podía observar un equipo de sonido de último modelo acompañado de una tv plasma. 

(Esto es tan lujoso que me da miedo poner un pie en la habitación).

Él se acercó al bar y tomó una de las botellas de champán. Al instante reconocí esa marca, era una botella negra con el logo de un diamante en frente, se trataba de la marca Gout de Diamant y su botella era edición limitada, pocas habían en el mundo y las pocas costaban miles de dólares. 

-¿Al fin me dirá quién es usted?.- Lo dije cuando tomó las copas de la alacena y por lo visto mi pregunta le sorprendió un poco, pero me miró y sonrió. 

-Le diré quien soy, pero a cambio dejará que la tutee.-

Comencé a reír. 

-Soy Morgan Bellemore ¿y tú?.-

-Dan Smith.- Lo dijo entregándome una copa con el líquido dorado. La acepte y le di el primer trago, él se sorprendió un poco y un ligero rubor apareció en sus mejillas. 

-Lo siento, no estoy acostumbrada a tomar un champán tan caro.-

-Descuida, yo tampoco estoy acostumbrado a esto.-

-¿No es todo esto tuyo, incluyendo los autos?.- Le di otro trago al líquido. 

Dan negó con su cabeza. 

-Todo esto se lo cuido a un amigo.-

Comencé a ahogarme con el champán. 

-La botella...-

-Descuida no notará que le falta una.- Me miró directo a los ojos. -¿Tienes hambre?.-

-Sí.-

-Pediré que nos preparen algo.- Se acercó al teléfono y ordenó algo de comida. 

Me senté en la cama, era de agua, sentía como mi cuerpo se hundía poco a poco en ella. 

-Esto es asombroso, ha de ser delicioso dormir en ella.-

-¿Quieres acostarte?.-

Sin delicadeza me acosté en ella, él me miró divertido. Sin dudar él también saltó cayendo a mi lado.

-Jajaja, esto es divertido.- Se sentía como estar flotando en las olas del mar. 

Él se acostó de lado apoyándose en uno de sus codos, me miró a los ojos de nuevo. -Tus ojos azules son hermosos.- Delicadamente tomó uno de mis mechones de cabello. 

-Los tuyos parecen esmeraldas.- Sentí como mi rostro se ruborizaba.

Dejó de tocar mis mechones para tocar mi rostro. Su dedo pulgar se movía en círculos en mi mejilla derecha. -Alguna vez te dijeron que eres muy hermosa.-

Trague en seco, lentamente cerré los ojos, quería dejarme llevar por sus dedos tocando mi piel. -Nunca me lo han dicho.- Abrí los ojos, me encontré de nuevo con esos ojos verdes, pero estos no brillaban, estaban oscuros. Levanté mis manos para quitarle los anteojos, quería observar más a detalle su rostro. Él se acercó a mí rostro, su aliento a champán chocaba en mi nariz. Esto se estaba volviendo embriagador. 

Nuestros labios se estaban acercando cuando llamaron a la puerta. -La cena.- Susurró, lentamente se apartó. La vergüenza se apoderó de mí. (Por poco nos besamos).

Después de unos segundos puso la cena en la cama. -Espero te guste.- Al levantar la tapa de la comida vi que eran hamburguesas. 

-Me encantan.- Comenzamos a comer, hablamos de todo un poco, le conté a que me dedicaba, y él igual. Él trabajaba en un restaurante, le dije que trabajo en Carter Corp. Tiene 28 años, es soltero y sus padres viven en el extranjero. 

-¿Te gusta bailar?.- Decía mientras tomaba otro sorbo de champán. -Lo pregunto porque saliste de una discoteca.-

-No, soy pésima en ello, de hecho tocó en una banca de rock, por eso me encontraba allí, teníamos una presentación.- Recordé el suceso. -Colin me matará el lunes.-

-¿Por qué mataría a una mujer tan bella?.-

-No conoces a Colin, la banda es muy importante para él.-

Acabamos las hamburguesas para comer el postre, eran fresas con crema batida y jarabe de chocolate. Tomé la primera. 

-Aaammm, deliciosas.- Él me miró fijamente, nuevamente un rubor se extendía por su rostro. -¿Estás bien?.- Lentamente se acercó a mí. 

-Estoy bien.- Se acercó a mí rostro. -Tienes un poco de crema batida...- Sin decir más paso su lengua en la comisura de mi boca. Sentí otra descarga eléctrica por todo mi cuerpo y poco a poco un calor se extendía dentro de mí. 

-Lo siento, no lo pude evitar.- No pude dejar de verlo y no pude dejar de sentir la descarga eléctrica. Trague en seco y cómo si se tratara de un imán me tiré a sus brazos para juntar mis labios con los suyos. 

El beso comenzó lento para después volverse apasionado, sus grandes manos se aferraron a mí cintura, poco a poco comenzó a levantar mi fina blusa. 

-Espera yo...- Me detuve. -No soy esa clase de mujer, no me acuesto con desconocidos.-

-Cariño, ya no soy un desconocido.- Su respiración estaba tan agitada como la mía. En ese momento me deje llevar de nuevo por lo que estaba sintiendo, mis labios comenzaron a buscar los suyos. 

Me acomodo en la cama, se colocó encima de mí. Mis manos temblorosas le quitaron la chaqueta de cuero y después desabrocharon los primeros botones de su camisa blanca, podía ver un poco su pecho, este estaba muy bien moldeado. -¿Haces ejercicio?.- Mis manos se posaron en su abdomen. Levanté la vista para mirarlo a los ojos, seguía agitado y ruborizado. 

-Me gusta estar en forma.- Dan levantó mi blusa de tirantes color carne, como pude me deshice de mi chaqueta negra, mientras luchaba contra la chaqueta de cuero él depositaba besos en mi cuello. Cuando salió mi chaqueta, mi blusa también lo hizo. 

Dan se alejó un poco para mirarme detenidamente, su respiración se pausaba por momentos. -Eres tan hermosa... quiero hacerte mía.-




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Hola chicas soy la autora, jejeje bueno espero le guste este capitulo, se que no entenderán unas cosas, pero poco a poco se desarrollará la historia, espero les guste y le den me gusta, si pueden por favor compartan... Gracias por leerla

<Is It Love? Mark> El EJECUTIVO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora