Cap. 20

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Al llegar a su casa lo primero que hizo fué depositar la mochila sobre el sillón, sacudiendo sus cabellos mientras sus pasos se encaminaban hacia su cuarto.
Su cuerpo se sentía pegajoso después del sexo con Taehyung, se sentía sucio pero de la mejor manera.

Como explicar la felicidad después de sentirse roto luego de todo lo malo que jamás imaginó, dos días agotadores sin duda.

Un sube y baja de emociones atravesaron todo su cuerpo en cuestión de horas. Tristeza, decepción, enojo que realmente lo habían consumido en ese corto lapso de tiempo.

Su corazón se rompió en mil pedazos al pensar que el amor de su vida lo había traicionado, lo había humillado de esa manera, y quizá había olvidado todo lo que arriesgaba al estar con él. Le dolió, claro que lo hizo, como no doler.

Dolía imaginarlo, mucho más lo hacía vivirlo y sentirlo en carne propia, no habían palabras para explicar lo dolido que se sintió.

Hasta el final creyó, tuvo la mínima esperanza de que todo lo que había sucedido era producto de su imaginación. Taehyung no había asistido a esa fiesta, él no había besado a esa chica, se negaba a creer tal tontería. Mas el dolor en su corazón lo hacía caer en razón, no era una mentira, era su realidad.

Dobló su cuello a los lados tronándolo mientras soltaba un suspiro desde el fondo de su ser, cierta pesadez yendose de su cuerpo junto con él.

Con su torso totalmente desnudo bajó sus pantalones con todo y ropa interior, quedando completamente expuesto dentro de las cuatro paredes de su pequeño baño. Sus ojos se apretaron al sentir cierta punzada en su espalda baja, testigo de todo lo que había hecho una hora antes.

Miró su cuerpo completo en el espejo frente a él y quizo morir ahí mismo.

Sus mejillas y cuello se pintaron de un suave carmín al escanearse por completo. Apretó su labio entre sus dientes observando cada marca sobre sí, y es que joder, era un completo desastre.

Giró sobre sus propios talones, dando la espalda al espejo, observando por sobre su hombro el reflejo. Jadeó al notar a la perfección la mano de Taehyung marcada en su nalga derecha, sin contar el chupón que se encontraba en la otra.

En sus caderas se podía apreciar a la perfección los ematomas ocasionados por la presión que el mismísimo delantero había ejercido sobre ellas al cogerlo tan rudo.

Eso sin contar el gran chupón que decoraba su cuello, dando un toque morboso a toda su persona.

Sacudió sus cabellos para jalar de ellos, en un intento por quitar toda la vergüenza que lo consumió por un instante. Dejándola atrás al momento de ingresar bajo la ducha, el agua tibia golpeándolo sobre su espalda.

Se relajó por completo, refregango su cuerpo con jabón y lavando su cabello con suavidad, sonrió encantado ante la sensación.

Al salir del baño secó su cuerpo con una toalla y eligió su ropa. Un pantalón de buzo y una remera color roja fueron las prendas que decidió llevar. Tan simples como lo era él.

─ Hijo ¿Que estás haciendo? ─la voz de su madre se escuchó desde la cocina. Sacudió sus cabellos en busca de acomodarlos antes de responder.

─ Recién me termino de bañar, ahí voy. ─contestó, mirándose una última vez en el espejo. ─ ¿Me ponés la pava? ─preguntó una vez saliendo del cuarto, encontrándose a su madre en la cocina.

─ ¿Te vas a tomar un matecocido? ─pronunció a la vez que hacía lo pedido, llenando la pava para luego ponerla sobre la hornalla. Jungkook asintió a su pregunta y tomó lugar en la mesa, tomando el control del tele para cambiar de canal.

Entre Canchas [tk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora