Capitulo 4

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Londres, Inglaterra

El sonido de un crucero se escuchó indicando que habían llegado a su destino final, Londres era el primer territorio donde irian a buscar a la futura omega de Lisa.

Lisa pov

Sentí como unas manos estaban encima de mi hombro moviendome de lado a lado, lo ignore pensando que solo era un sueño así que seguí durmiendo.

—Lisa, Despierta —una relajante voz se escuchó susurrando en mi oído.

— ¡Lisa!

—5 minutos más mamá — respondí entre sueños.

—¡LALISA LEVÁNTATE!—un fuerte grito se escuchó alarmando mis sentidos.

Me levanté de mi almohada con algo de susto al pensar que había pasado algo malo pero no fue así.

Mi mejor amiga se encontraba con una sonrisa burlona al lado mío ignorando por completo mi rostro asustado.

— !Por dios Lisa!, Hubieras visto tu cara— rio ante mi a lo que yo rodé los ojos.

—Que linda forma de levantarme— respondí con sarcasmo.

—Siéntete afortunada de que yo te despierte, a nadie lo e despertado —soltó sin más tomando asiento en la cama.

— Si, me siento afortunada de ser levantada por Kim Jisoo—pronuncié en tono divertido.

—Claro, nadie tiene ese privilegio... Excepto tú Manobal— recalcó con orgullo en sus palabras.

Rei ante lo dicho y mire el reloj que se encontraba en la mesita de noche.

Mis ojos se abrieron de par en par al ver que hora era. Todo había indicado que ya estábamos en Inglaterra.

—Jisoo— pronuncié su nombre.

—Dime— respondió mientras se levantaba de su asiento y me miraba a los ojos.

—¿Ya llegamos a nuestro destino?— pregunté esperando que fuera la respuesta afirmativa.

— Si, de hecho por eso te vine a levantar— mencionó al momento de acomodar su ropa— los guardias ya están listos para empezar la búsqueda.

—Perfecto, ¡Muchas gracias Jisoo!—me levanté de la cama feliz, sorprendiendo a la pelinegra.

Me dirigí a su lugar y la jale para atraparla en mis brazos viendo como correspondía a mi abrazo.

—Manobal me asfixias—respondió al momento de apretar su cuerpo más al mío.

Me rei y la empecé a soltar para luego darle un beso en su mejilla que estás después tenían un color rojizo.

—No pensé que te sonrojaras— contesté al momento de ver sus mejillas.

Jisoo al verse al espejo que estaba enfrente de ella vio como efectivamente estaba sonrojada.

—¡Diablos!, No sé por qué me sonrojó —se dió delicados golpes en su mejilla para que dejarán de sonrojarse.

—Tranquila, es mi efecto— le giñe el ojo mientras me cambiaba de ropa enfrente de ella.

Si, Jisoo y yo somos amigas desde muy pequeñas por eso no me daba pena enseñar mi cuerpo enfrente suyo.

—Claro, el efecto Manobal— me siguió el juego al cuál enseguida le sonreí.

—Listo, ya vámonos— me acomodé mi saco y me di una última mirada al espejo para ver qué todo estuviera en su lugar.

—Te vez bien, si no fueras mi amiga te conquistaría— di un brincó en mi lugar por palmada que dió en mi trasero— pero no eres mi tipo- alzó los hombros sin darle importancia.

𝑴𝒊 𝒐𝒎𝒆𝒈𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora