Utakata Hanabi.

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Sasuke se había ido de la aldea, no había marcha atrás. El escuadrón de busqueda había regresado al hospital muy mal herido pero afortunadamente todos estaban estables, excepto ellos dos.

Los primeros días fueron muy duros para ambos, ningúno quería salir de su respectivo hogar, no querían toparse con sus demás compañeros y ver que tenían "un equipo perfecto de tres integrantes que se llevaban de maravilla". Kakashi iba a visitarlos continuamente, quería que ambos entendieran que estar encerrados en la monotonía de su habitación no iba a traer a Sasuke de vuelta. Y aún así ellos no salían.

Después de hablarlo con la quinta Hokage llegaron a la decisión de dejarlos en pausa algunos meses, podrían entrenar con su sensei dentro de la aldea, hacer pequeñas misiones dentro de la misma pero por lo pronto no se irían a misiones dónde tuviesen que salir fuera.

Así fueron pasando algunos meses, a ambos ya se les miraba más animados, Sakura había aprendido un poco de ninjutsu médico y Naruto había perfeccionado más su rasengan. Tsunade y Kakashi decidieron que era hora de mandarlos en una misión sencilla a las afuera de Konoha, querían checar su potencial para ver cómo trabajaban ellos dos y su sensei con la ausencia de un integrante.

Kakashi se reunió con ellos para informales los detalles de la misión. Día, hora de salida, cuántos días duraría la misión y cuándo sería su regreso a la aldea. Para los dos gennin no era una misión complicada, cuidar de una anciana vendendora de flores no les traería mucho problema. Una vez de acuerdo en los detalles se dirigieron a su hogar para buscar lo necesario y poder marcharse.

Justo habían quedado en emprender camino al día siguiente muy temprano para poder ganar mucha ventaja con el sol y no tuvieran que armar un pequeño campamento en el bosque, pues a pesar de no estar lejos ir con una anciana no lo hacía más fácil.

Sakura fue la primera en llegar, los rayos del sol apenas lograban verse pero algo le decía que esté viaje le sentaría muy bien y tendría que aprovecharlo al máximo. A lo lejos se miraba un somnoliento Naruto, venía tallandose sus ojos y bostezando, por primera vez a Sakura le dio ternura ver a su compañero en aquellas condiciones y una risilla traviesa salió de sus labios.

- Buenos días Sakura-chan - una vez que estuvo delante de ella la saludó, aunque su saludo sonara más a flojera que a saludo.

- Buenos días Naruto - le sonrío gentilmente mientras lo observaba - ¿Crees que Kakashi-sensei llegué temprano?

Naruto se sorprendió que su compañera siguiera platicando con él, normalmente lo saludaba y después lo ignoraba pero no desaprovecharia está oportunidad para poder platicar aunque sea un poco con ella - No creo aunque debería por qué...

- Ahí viene - interrumpió a su compeñero con una mirada llena de sorpresa, pues su sensei venía escoltando a la que sería la clienta de su misión.

Una vez todos reunidos se pusieron en marcha al pueblo cercano a la aldea, la anciana les iba contando lo pintoresco que era su hogar, sus habitantes eran muy amables y muy pocas veces tenían problemas unos con otros.

- Dime señorita, ¿Cuántos años tienes?

- Esté año cumpliré catorce, de hecho el veintiocho de Marzo es mi cumpleaños - Sakura le sonreía a la abuela Rin.

- Eres una señorita muy hermosa Sakura, cuando lleguemos al pueblo te presentaré a mi nieto, es un muchacho muy apuesto y amable y tú eres muy hermosa, te aseguró que se enamoraran en cuánto se vean.

- Gracias abuela Rin, es usted muy amable pero no, gracias. Sólo quiero... - no pudo continuar ya que su voz se apagó al recordar a cierto pelinegro dueño de su mente y su corazón.

'Mes SasuSaku 2024'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora