Omega bonito || Punkflower

Ayuda mutua.

—¿Buscas a mi hermana?

Mateo miraba con una ceja alzada a Hobie, se habían visto ayer y en unas horas se juntarian de nuevo en casa de los Morales, no entendía el motivo de su visita.

—Sí, ¿Está? No vengo con intenciones de cortejarla si eso crees, ella puede ayudarme en algo.

Con solo decir aquello, Mateo lo dejo ingresar bajo una gran sonrisa. No era que Teo no quisiera a Hobie con su hermanita, pero él conocía perfectamente los sentimientos de Mon, y Milo era el único dueño de su corazón de momento.

—Ella está en el jardín, ve y hablen de lo que sea, estaré en la sala.

Brown solo asintio para caminar hacía dicho lugar, encontrándose a una omega practicando boxeo, no se sorprendió en absoluto, así que solo se limitó a esperar a que ella terminará.

—¿Y tú qué haces acá, Hobart?

-Puedes decirme Hobie, ¿Sabes? - Mencionó mirándola con atención.- Te tengo una propuesta, puede beneficiarte.

Mon detuvo cualquier movimiento para observar al alfa con su ceño fruncido, con su respiración agitada camino hacia Hobie, cruzándose de brazos.

—¿Una propuesta?, ¿De qué hablas?

—Verás...me interesa conocer a Miles...

—No voy a ayudarte.

La omega dejo de prestarle atención para caminar de vuelta al saco de boxeo, volviendo a practicar sin prestarle atención a Hobie. No la malinterpreten, ella solo cuidaba a su amigo.

—Como decía, me interesa conocer a Miles de buena forma, y quería pedirte tu ayuda para poder salir aunque sea una vez con él. Si me ayudas con eso, yo te ayudaré con Milo.

—¿Qué?

"Bingo", Hobie trato de ocultar aquella sonrisa que amenazaba por formarse en sus labios, tratando de mantener la compostura. Está vez fue él el que se acercó a la chica.

— Dudo que sea tan difícil de entender, Mon. ¿Me ayudarás o no?

La chica parecía encontrarse demasiado nerviosa, en una parte quería aceptar para poder tener ayuda con el alfa que la traía enamorada pero, por otra parte no quería traicionar a Miles aceptando tratos a sus espaldas.

— Dame un día y lo pienso.

—Bien, mañana esperaré tu respuesta, estaré por aquí como a esta hora.

—No es necesario que vengas, buscaré la forma de hacértelo saber...ahora largo.

Hobie rió para despedirte de la chica con un movimiento de cabeza, dentrando a la casa para buscar a Teo, por mientras se idearia alguna forma para ver a Miles sin la ayuda de la chica.

—¿Ya hablaste con mi hermana?

Mateo estaba sentado en la sala comiendo pizza, mientras miraba a Hobie con desdén. El mencionalo solo asintió para sentarse a su lado.

—¿Vamos yendo a la casa de Milo?

— ¿A la casa de Milo?, pero aún es temprano, nos citó a las cuatro y aún son veinte para las tres.

— ¿No lo escuchaste decir ayer que mejor fuéramos a las tres?, sabes que a Milo no le gustan los atrasos.

Con solo decir aquello, Mateo corrió escaleras arriba por su guitarra. Hobie rió disimuladamente, era realmente fácil engañar a aquel beta. En un abrir y cerrar de ojos Teo estaba en la puerta.

—¡Me voy a casa de Milo, Mon!, ¡Volveré para la cena, no le abras a nadie!

Una de las cualidades que Mateo tenía, era lo gran hermano que era. Sus padres habían muerto en un accidente automovilístico, quedando él y su hermanita sin supervisión de adultos.