Capítulo 8 La historia del estofado en salsa de ciruela

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Todos estaban sentados en el enorme jardín de mi casa. Mish y Danny estaban abrazados y mi hermano los miraba nostálgico y destrozado, apuesto que envidiaba su cercanía; de la cuál el nunca había podido estar ni un poco cerca.


Un chico exactamente igual a Daniel me abrazaba por la espalda mientras reíamos por un chiste muy tonto que nos había contado Luna, mi hermana.


Santiago la miraba, estaba enamoradísimo, me preguntaba cuándo se lo confesaría..."


Los pedazos en mi mente se disturban un poco mientras pruebo el estofado de mi madre. Hay una parte que no recuerdo bien...


"Mi mamá nos sirvió a todos estofado con salsa de ciruela y arroz"


El siguiente recuerdo que tengo sobre ése día hace que mi estómago se cierre y que pierda el apetito.


"Un gran charco de sangre, una pistola..."


"-¡NO! ¡LUNA!-"


"Santiago llorando"


"¿Qué hiciste —?"


"Más sangre"


Pedazos de historia, tan incomprensibles... Lágrimas corren por mis mejillas, Elías me mira extrañado a través de la mesa. Una palabra crucial aparece por mi mente "Muertes"


Una voz en mis recuerdos se repite en mi mente, una voz de mujer:


"-¿Cuándo piensas parar Lex?... ¡Nos estás matando a todos!"


Recuerdos, recuerdos horribles... ya no quiero recordar.

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