Felix es un magizoologo al cual el ministerio de magia de Inglaterra está pidiendo ayuda, Hyunjin es el líder del departamento de criaturas mágicas quien está particularmente emocionado por la incorporación del rubio magizoologo a su equipo de traba...
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Inglaterra lo recibió fría y lluviosa como la recordaba, le agradaba el clima y sería perfecto si aquello solo fuera una visita a su hermano por algunas vacaciones que hubiera decidido tomar, pero... no era el caso.
Cuando a Felix le pidieron ayuda desde el propio ministerio de magia se sintió extrañado, cuando le comentaron el porqué del llamado y con las personas que trabajaría quiso marcharse de inmediato.
Lee Felix era un renombrado magizoologo, el más conocido de los últimos años. Era un amante de los animales y sobre todo de aquellos que eran poco comprendidos o de plano, rechazados. También era un gran admirador del afamado magizoologo ingles Newt Scamander y por consiguiente quería seguir sus pasos, hasta el día en que lo logro.
Una vez fuera de la escuela Felix quiso alejarse lo más posible del antiguo ambiente estudiantil, sus amigos querían cosas un poco más comunes para sus vidas y sinceramente sus últimos tres años en Hogwarts estuvieron llenos de añoranzas por otro chico de la escuela, se sintió enamorado y rechazado en igual medida y solo quería que ese sentimiento desapareciera refugiándose en sus queridos animales. Pero ya habían pasado seis años desde esos tiempos amargos, tiempos que amenazaban con volver.
—Bien, señor Lee. Esto es lo que teníamos para proponerle. — dijo la ministra dejando a Felix dudoso — Puede pensarlo, pero no por mucho tiempo necesito una respuesta mañana a las ocho de la mañana a más tardar.
—Está bien. No creo que demore tanto en pensarlo pero necesito un poco de tiempo para meditar que hacer y cómo hacerlo. — la mujer asiente con la cabeza y le deja partir.
La problemática del ministerio es que habían estado ocurriendo muchos ataques de características animalísticas las últimas semanas y no podían identificar el origen de estas, no podían determinar que criatura era quien las provocaba y necesitaban un experto en la materia.
Claro estaba que necesitaba un equipo de trabajo que constaba del departamento de control de criaturas mágicas y era aquí donde comenzaba el problema de Felix, en ese departamento trabajaba quien había sido dueño de sus suspiros en la escuela y lo que menos quería era volver a convertirse en ese chico patético y enamorado de sus años de adolescencia. Aunque si bien era algo incierto si sus sentimientos seguían siendo los mismos, no quería arriesgarse a quedar como un tonto tartamudeando frente al chico que le revolucionaba las hormonas.
— ¡Felix! — Escucho su nombre gritado en una voz tremendamente conocida, entonces volteo. —Claro que eres tú. — fue recibido por una sonrisa y un abrazo.
—Jisung. — dijo con felicidad abrazándolo de vuelta, inmediatamente se sintió algo culpable, el hombre allí era su mejor amigo pero él no era demasiado comunicativo, siempre ocupado y sin embargo allí estaba el castaño evidentemente feliz de verlo. — ¿Qué estás haciendo aquí?
