Felix es un magizoologo al cual el ministerio de magia de Inglaterra está pidiendo ayuda, Hyunjin es el líder del departamento de criaturas mágicas quien está particularmente emocionado por la incorporación del rubio magizoologo a su equipo de traba...
— ¡Hyunjin! — su nombre gritado desde una voz conocida lo distrajo nuevamente dejándole oportunidad a Irene de hechizarlo.
—Sectumsempra — alcanzo a conjurar la bruja apenas en un susurro hiriendo de gravedad a Hyunjin para luego clavarle una daga en el cuello al azabache haciendo que cayera desplomado al lado del cuerpo de Felix.
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Felix reingreso a la casa con la esperanza de por fin encontrar a Hyunjin, algunos metros por el pasillo le pareció escuchar su voz, avanzo rápidamente hasta el lugar encontrándose con su peor pesadilla, el azabache siendo herido por aquella maldita bruja cayendo al suelo.
— ¡Hyunjin! — su garganta se rompió al gritar el nombre de su novio, sus ojos no daban crédito a lo que veían, las lágrimas no le dejaban ver con claridad y estaba demasiado herido como para correr más rápido de lo que lo hacía, su pulso se disparó y las lágrimas le congelaban el rostro — ¡Amor! — rápidamente lo tomo entre sus brazos sacando la daga y poniendo presión sobre la herida, rompió un trozo de su sudadera para ponerla sobre la herida sangrante del azabache.
—Lix... — la mano ensangrentada del mayor acaricio su herido rostro — ¿Ya he llegado al cielo?
—No, seguimos aquí, amor. Estoy aquí — lo abrazo fuerte, al alzar la vista vio una copia de su mismo aparentemente muerto, alzo su varita conjurando entonces —Riddikulus — se trataba de un boggart el cual se transformó rápidamente en un pequeño gato persiguiendo una pelota que estaba oculta bajo su propia barriga, la imagen los hizo reír a ambos, después de todo esa era la debilidad principal de un boggart, la risa, luego de eso el pecoso encerró en un armario a dicha cosa — estoy aquí amor.
—Avada... ke...— Irene estaba herida y tosía por el apretón de Hyunjin en su cuello sin lograr pronunciar por completo el maleficio asesino.
—Dame tu mano, amor — dijo el rubio envolviendo la mano de Hyunjin con la suya alzando la varita del mayor — es tiempo de acabar con todo... — le susurro en el oído.
—Avada Kedavra — pronuncio Hyunjin asesinando al fin a la culpable de todas sus desgracias y las de sus hermanos.
Finalmente ambos cayeron heridos uno al lado del otro, se estaban desangrando, el final llegaría inminentemente pero al menos estaban juntos, Felix tomo fuerte la mano de Hyunjin besando el dedo anular de su mano izquierda.
—Acepto... — susurro mientras aún mantenía la presión en el cuello del azabache para que no se desangrara — acepto casarme contigo, no quería morir sin que lo supieras.
—No quiero morir, pero si es a tu lado... puedo recibir a la muerte como una amiga — se acurrucaron uno contra el otro compartiendo un doloroso abrazo por sus heridas y un suave beso — Te amo, Lee Felix.
