Papá.

¿Mentiras?

Renuncia de derechos, ninguno de los personajes utilizados aquí son de mi propiedad.

-¡Ai! ¡¿E-estas bien?! -la voz preocupada del chico llamo a la ya mencionada, hace unos minutos había entrado al baño.

La Hoshino dijo que simplemente iba a hacer de sus 'necesidades' y que luego saldría para comer. Aunque eso ya no parecía estar tan cerca...

-¡Si! ¡Si! No pasa nada, solo que... ¡Ugh! -antes de que pudiese seguir hablando, otro revuelta llegó a su estómago. Lo que hizo que otra vez soltara prácticamente todo lo que tenía ahí adentro.

Esto era lo que le preocupaba a Goku. Bien sabía que esto no era buena señal y últimamente se preocupaba de sobremanera por Ai. Ahora ella era como dos personas, pues llevaba en su vientre a su hijo.

-¿Qué hago? ¿Qué hago? -murmuró Goku viendo a su alrededor intentado hacer que algo se le viniese a la mente. Cosa que parecía imposible, no tenía idea de que hacer.

Entendía que había pastillas que solucionaran esto. Pero, ¿Cómo iba a saber de cuáles eran si ni siquiera las había utilizado él?

Cuando se enfermaba su madre era quien le proporcionaba los medicamentos. Eso era muy rara vez porque no era alguien que se enfermara a menudo.

No obstante, dejo aquellos pensamientos de lado al oír el retrete sonar, como cuando bajas la palanca. Así que atentamente observo la puerta del baño.

-Ah, ¡Listo! ¡Ahora está gran Idol vuelve al ruedo! -chillo la Hoshino mientras colocaba su mentón entre sus dedos índice y pulgar, haciendo una de sus comunes poses.

Goku rascó su mejilla algo confundido. No había entendido básicamente nada, de primero parecía como si ella estuviera apunto de morir y ahora se veía bastante normal.

-¿Ya todo está bien? -pregunto Goku viendo atentamente a su chica, era evidente que aún estaba algo preocupado y probablemente ella estaba ocultando como se sentía realmente.

-¡Si! ¡Si! -contesto Ai con su habitual sonrisa -Esto es normal en el embarazo. Ya llevo un mes y me ocurre muy seguido, aunque casi siempre no estás ahí porque estás entrenando o yendo a comprar comida.

-¿¡Qué!? ¡¿D-de verdad muy seguido?! -proclamó el pobre pelirojo. De alguna manera eso le hacía sentir bastante mal, debía cuidarla y consentirla, eso había oído.

Nunca había sido una persona amorosa, no conocía ni siquiera las bases de lo que era amor y esto le seguía confundiendo cada vez más.

Suponía que era medio idiota, después de todo incluso habían creado un hijo. Por lo visto, es la muestra máxima de afecto entre dos personas.

La Hoshino asintió levemente mientras hacia una especie de sonido afirmativo.

-Tambien me eh mareado comúnmente y siento que mis ganas de comer helado son aún mayores -expresó Ai, haciendo un gesto algo cansado, sin embargo parecía no despegarse de esa actitud alegre -Pero...

Goku oía atentamente cada palabra. Desde ese mes él se convirtió en alguien que se centraba bastante en la Hoshino. No sabía cómo podía pensar día y noche en ella si vivían juntos, convivir con Ai era cotidiano.

-Quiero que tenga una vida excelente. Me estoy conteniendo para no hacer nada indebido mientras estoy así, nosé si sea hombre o mujer aún. Pero estoy segura de querer hacer muy feliz a este pequeñín.

Goku abrió los ojos como platos, Ai sobaba su vientre mientras hablaba, se refería a su hijo o hija.

Lo había dicho con bastante calidez, su sinceridad era algo que incluso Goku podía notar. Era un sentimiento que nunca había visto reflejado en ella.