Renuncia de derechos, ninguno de los personajes utilizados aquí son de mi propiedad.
Aparentemente había sido la primera persona que fue despertada por el canto de los pájaros en la mañana, por lo menos en esa habitación, somnolienta decidió masajear su frente y luego llevo sus manos a sus ojos para tallarlos.
Una noche más al lado de la persona que amaba, cuan lejos había llegado, se preguntaba cada que veía esa cara inocente dormir tranquilamente con la cabeza de ella apoyada en su fornido brazo.
Este era uno de sus secretos. Admirarle, sus emociones siempre eran incongruentes cuando estaba con él. Primero le admiraba por todas las cosas que él había pasado y ella no, ahora por la hermosa persona que era física y mentalmente.
Le apreciaba, de eso estaba muy segura. No recordaba los días que pasaba sin él porque le traían recuerdos agrios, había sido una luz de esperanza pura para un alma renegada como ella.
Quedando frente a frente aun acostados, sintió una pequeña punzada en su cadera y luego memoro lo movida que había sido la noche anterior, probablemente por eso es que ahora se veía tan cansado.
Las primeras veces que mantenían rachas imparables de semanas con noches encantadoras acababan con Goku, por alguna razón ella era mucho más susceptible y muy apenas cayó rendida los primeros dos días.
Después se recuperaba rápidamente, contraparte a Goku que a veces despertaba mareado o simplemente apenas podía moverse de la cama.
Claro que ella terminaba adolorida, pero ya tenía su truco bajo la manga y simplemente necesitaba apoyarse de las paredes para poder ponerse de pie correctamente, era un precio que ambos estaban decididos a pagar si podían mantener aquel sazón de su relación.
Sin embargo existían ocasiones en las que él tomaba las riendas por más extraño que pareciera, era de aquellas situaciones donde el gatito enjaulado desesperado salía a flote, era como cuando dejaba la inocencia de lado pero duraba de inicio a fin.
No sabría decir entre cuál de ambas facetas le agradaba más, pero mientras continuarán así, ella estaría bien.
¿Amar y apreciar es lo mismo?
Inevitablemente un olor que desprendía placer en sus fosas nasales llamo su atención, provenía obviamente de la cocina. ¿De verdad la familia de su amado se levantaba a esta hora y ya cocinaban?
El horario de ella y Goku era muy variado, pero en concreto era ambiguo, un día podrían levantarse al canto de un gallo y al segundo al atardecer. En si, era extraño despertarse con esta sensación agradable levantándose a esta hora.
Se levanto de su lecho dejando el brazo de Goku, quién apenas sintiendo la falta de calor hizo un quejido, sin embargo fue solo un momento y nuevamente encontró su lugar.
Su instinto maternal hizo que dejase de ver aquella tierna escena pues rápidamente observo a los dos progenitores que había creado con el Son, para su tranquilidad, compartían el mismo rostro cansado que su padre.
Una vez se aseguro de que todo anduviera bien, salió de la habitación.
-¡Por fin despiertan! -exclamo una chilllona voz apenas cerró la puerta de la habitación, podía saber de quién se trataba fácilmente pues tal voz el día anterior estuvo bombardeandole de preguntas.
-¡Hola hermanita de Goku! -dijo ella sobando la cabeza de la susodicha, acto que solo causó un sonrojo en la pequeña mujer.
-Me da gusto que ya estén despiertos. Creía que descuidaban su salud, a su edad son bastante irresponsables -fue la voz madura de ahora también su madre quién hablo, Ai le miró.
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Papá.
FanfictionUna noche dos almas completamente diferentes se consumieron en un acto tanto inocente como impuro, parte de una alma bondadosa y otra echa de completas mentiras. La envidia, el desamor y la mala suerte, son tres cosas fundamentales que destrozaron a...