Capítulo 11

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Al día siguiente Junhyeon despertó desorientado, Taerae no estaba a su lado en la cama. ¿Donde estaba?

No había ni rastro del chico, lo cual le preocupo. Pero decidió no darle vueltas al tema.

Se levanto y cambio, y al llegar al hospital la enfermera tenía una gran sonrisa en su cara.

¿Paso algo? Pregunto sorprendido.

Su hijo entrará a quirofano en unas horas, no tiene nada de que preocuparse. Dijo con una sonrisa que el mayor no entendido.

Pe-perdona, pero yo no podía... la enfermera le interrumpió enseñándole unos papeles. Alguien anónimo lo pago. Le dijo con una sonrisa.

Junhyeon sé encontraba totalmente feliz, pero ¿quien había sido?

Trato de contactar con su novio pero ninguna llamada fue respondida por este. ¿Cómo que ese número ya no existía?

Gyuvin, se despidió de su padre después de enterarse más o menos de lo que le iba a pasar. Pregunto varias veces por su mami, pero esta no estaba allí.

Habían pasado cuatro semanas las vacaciones habían acabado, Gyuvin no había rechazado su corazon

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Habían pasado cuatro semanas las vacaciones habían acabado, Gyuvin no había rechazado su corazon. El menor pronto podría volver al colegio y después de todo seguía preguntando lo mismo una y otra vez.

Pero... papá... ¿y mamá Taerae? Dijo todavía decepcionado de que el también se hubiera ido.

El me prometió que no se iría, me dijo que... que... la voz del pequeño alfa tembló.

Lo siento cariño... Susurro dejando la cabeza del alfa en su pecho mientras dejaba un beso en su frente.

Junhyeon estaba emocionado faltaban unos meses y se acabaría su universidad, acabaría su post grado al fin. Lo que no penso fue, que al entrar allí se encontraria con la persona que le había olvidado, con el que dijo que le daría todos sus días... con... su omega...

Junhyeon estuvo apunto de golpear a un alfa en medio del pasillo cuando iba hacia la cafetería. Taerae y Jackson estaban juntos, y ambos llevaban un anillo igual. Cuando la mirada de Taerae cruzo con la de Junhyeon, este salió corriendo para encerrarse rápidamente en un baño.

El menor no se lo podía creer, no debía de haberle visto no debería de haberle mirado pero su corazón le había traicionado.

El alfa estuvo a punto de lanzarse en contra de ese alfa. No debía de hacer líos en su universidad. Cuando llegó al baño pensó en que debía calmarse, cogió agua y se la hecho en la cara. Los nudillos del alfa se volvían cada vez más blancos según apretaba el lavabo, tan fuerte que sin darse cuenta rompió el cristal que tenía delante. No se dio cuenta del dolor hasta que el olor dulce de un omega se hizo presente en sus fosas nasales.

Te-te sangra mucho la mano y... hueles agrio... susurro el chico dándole unos pañuelos.

Gra-gracias... murmuró.

A little butterfly ~ JunraeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora