Déjame ayudarte, Miguel.

6

Cuando reaccioné, un olor conocido y embriagador llegó a mi nariz, sonreí un poco. Lentamente abrí mis ojos, notando que no estaba en ningún lugar que conocía. Jadeo al recordar lo que pasó y me levanto rápidamente, mirando a todos lados asustada.

—¡¿Miguel?!— Pregunto desesperada, por favor que no le haya pasado nada. Empecé a preocuparme y mantuve la guardia en alto al estar en un lugar que no conocía.

Habían máquinas por todos lados, unos prototipos de no sé qué y hologramas que mostraban mapas conceptuales junto con fotos mías. Me asusté al escuchar que una puerta pesada se cerraba junto con unas pisadas bajando unas escaleras, rápidamente me puse en guardia, esperando cualquier enemigo. Mis ojos se abrieron de par en par al ver como Miguel se asomaba por detrás de una oscura pared, él me quedó viendome en shock.

—¡Miguel!— Grité contenta, corrí y lo abracé mientras lloraba. Pensé que no había sobrevivido y que posiblemente el Doctor Octopus me había secuestrado.

—¡Sara!— Dice abrazandome de vuelta. Mi nariz sintió cada partícula de su aroma, sentí que me mareaba un poco, pero estaba en el cielo y feliz de ver a Miguel.

—¡Pensé que habías muerto!— Las lágrimas no paraban de salir de mis ojos mientras lo miraba preocupada. Miguel me sonrió negando con la cabeza.

—Gracias a mi bio-impulzador pude acelerar mi curación, y te traje como pude a mi casa para curarte.— Responde empezando a caminar por la habitación oscura en la que estábamos.

—¿Ésta es tu casa?— Estaba confundida, no recuerdo haber visto esta parte antes.

—Esta es mi Oficina... Bueno, en realidad es mi sótano, pero lo uso para hacer estudios, mejorar mis habilidades y estudiar mi cuerpo.— Miguel empezó a mover sus hologramas apretando algunas cosas de aquí y por allá.

—¿Y por qué estamos aquí?— Pregunto confundida, viendo fotos mías en sus hologramas y algunos estudios.— Ja, y la acusadora era yo.— Me burlo apuntando las fotos.

—No pienses mal, son parte del estudio.— Dice mostrando una foto de partes de mi cuerpo donde tenía heridas profundas junto con unos datos.— Estaba analizando tu cuerpo, has tenido unos cambios desde que peleamos con el Doctor Octopus. ¿Puedes recordar que pasó exactamente?

—Si... El me inyectó algo aquí.— Le digo mostrándole mi brazo, aunque vi que ya le había sacado una foto antes.— Apenas me inyectó sentí como mi sangre ardía dentro de mi, y mis bias respiratorias se cerraban. Pensé que iba a morir, por que empecé a escupir sangre.— Miguel asintió, escribiendo todo lo que decía en sus hologramas.

—Te hice unos exámenes mientras estabas inconsciente. El Doctor Octopus alteró directamente tu ADN en esa inyección.— Dice mostrandome un gráfico en sus hologramas, el cual comparaba mi antiguo ADN con el de ahora.

—¿De dónde sacaste muestras de mi antiguo ADN?

—Recuerda que dormiste en mi cama, encontré un pelo por ahí.— Le miro raro, pero empecé a reírme.— Parece que tus poderes han incrementado. Ese día te volviste como loca contra él, hasta yo me asusté.— Dice riéndose.— Nunca te había visto así, por eso tuve mis dudas y decidí examinarte.

—¿"Ese día"?— Hago énfasis en lo qué dijo, confundida.

—Has estado inconciente durante 4 días seguidos, hasta llegué a pensar que ya no ibas a despertar.— Miguel se rió un poco. Me sorprendí por lo que dijo, pero me preocupé porque pude notar un poco de tristeza en sus palabras.

—Bueno, ahora que mencionas mejoras en mis poderes, si me siento un poco más fuerte que antes. Cuando estaba atacando a ese imbécil sentí mucho más poder en mis golpes.