Especial: ¡Feliz cumpleaños Miguel!

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(AVISO: Este capítulo no está relacionado con el capítulo anterior, ni con los otros que vienen, es solo un especial.)

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La alarma de mi teléfono resonó por toda mi habitación. Entre golpes aleatorios a la mesita de noche a un lado de mi cama, donde estaba acostada, logré dar con el molesto sonido de mi alarma. Gruñí viendo la hora que se mostraba en la pantalla de mi celular, y como si fuera la alegría más grande del mundo, me levanté de golpe mientras sonreía. Caminé por mi habitación dando saltitos, mientras tarareaba una canción aleatoria que mi cabeza se había inventado.

¿Qué día era hoy? Ay, adivinen.

La sonrisa en mi rostro no me la quitaba nadie, la alegría recorría cada vena de mi cuerpo, evaporando mis preocupaciones del día anterior como si me hubieran dado un remedio milagroso, una cura tan eficaz que no tenía tiempo para pensar en cosas malas.

Como se lo podrán imaginar, hoy es el cumpleaños de Miguel ¿Cómo lo sé? Soy su fan número uno, es obvio que debería saber su cumpleaños. Desde hace unos días estaba pensando en qué regalarle, y aún estaba muy indecisa. Por ahora tengo planeado hacerle una pequeña fiesta para él solo, no estaba segura si le gustaban las fiestas grandes, así que me fui por esa opción. Con respecto a lo del regalo otra vez, pensaba en quizás ver unas películas, o invitarlo a comer a algún lado, pero la sola idea de que se mal intérprete con una cita me pone nerviosa ¿Y si se lo toma mal? Vamos Sara, piensa en un mejor regalo...

Suspiré preocupada, además de pensar en el regalo, tenía que encontrar la forma de que Miguel salga de su casa para poder decorar su cocina un poco. Quizás una pequeña ducha me pueda ayudar a alinear mis pensamientos y así hacerle el mejor cumpleaños de su vida, lo único que quiero es verlo feliz. Saqué la ropa de mi armario y me fui directo al baño a ducharme, tomandome mi tiempo en tomar una buena decisión.

Pasó al rededor de una hora y me estaba secando el cabello cuando mi bio-impulsador mostró un mensaje de Miguel, apagué el secador y leí el mensaje.

"Hay una emergencia en un Banco cercano, si estás ocupada, yo puedo encargarme solo."

Al leer el mensaje, vi las cosas que compré ayer para el cumpleaños de Miguel en mi sala, lo pensé un poco y se me ocurrió una idea. Con un rápido mensaje le dije que se encargara él por esta ocasión, él solo vio el mensaje, pero no respondió. Sin perder tiempo me puse ropa negra y tejí mi máscara improvisada, con ayuda de mis telarañas envolví todas las cosas para decorar en una mochila improvisada, si es que así se le podía llamar. La amarré a mi espalda y salí de mi casa por una de mis ventanas, rumbo a la casa de Miguel, la cual debería estar vacía por la emergencia en la cuidad. Perdoname Miguel, pero esto es más importante.

Con mi Bio-impulsador pude ver la ubicación de Miguel, el cual se podía ver llegando a la zona de emergencia. Al ver que me estaba quedando sin tiempo apresuré mi balanceo por la cuidad hasta la casa de Miguel. Al llegar entré por el balcón, el que por suerte estaba entre abierto, Miguel tiene que ser más cuidadoso a la próxima. Corrí escaleras abajo y volví a revisar mi Bio-impulsador, Miguel ya estaba en la zona de emergencia. Por favor Miguel, no te apresures.

Con ayuda de mi fuerza, rompí mi telaraña y saqué las cosas que estaban adentro, colgué algunas decoraciones con ayuda de mi telaraña, no tenía tiempo para usar cinta adhesiva, tenía que hacer esto lo más rápido posible. Cuando ya había sacado la mayoría de las cosas que había metido en mi mochila improvisada de telaraña, me di cuenta que también había metido el pastel que le compré ahí...

Diosito, soy yo de nuevo...

Con miedo abrí la caja que guardaba el pequeño pastel que había comprado, lo dejé sobre la mesa de la cocina y comencé a abrirlo para ver el desastre que me esperaba. Abrí mis ojos, los cuales había cerrado por no querer ver lo que sería del pastel, pero cuando vi lo que había dentro de la caja me sorprendió bastante. El pastel estaba intacto, como si no lo hubiera sacudido de un lado al otro durante mi viaje hasta aquí. ¿Qué clase de brujería hice mientras venía en camino? Con que a esto se le llama "El poder del guión".

No sabía ni como y cuando sucedió, pero estaba agradecida con lo que sea que haya pasado, esto había salvado mi estabilidad emocional por hoy, así que no tenía a quien más rezarle. Al recordar lo que se suponía estaba haciendo, asustada miré por enésima vez mi Bio-impulsador, viendo que Miguel se estaba alejando de la zona, la cual ya no tenía ese signo de exclamación, lo que indicaba que la emergencia había sido atendida.

Con el corazón a mil terminé de ordenar lo que me faltaba, terminé de inflar unos pocos globos más y los pegué en cualquier lado que se me viniera a la mente, luego le puse las velas al pastel y busqué la música de feliz cumpleaños en Internet ¿Cúal debería poner? ¿Las mañanitas o la universal? ¡AY, NO PUEDE SER, NO TENGO TIEMPO PARA PENSAR!

Pude escuchar como algo pesado cayó en el segundo piso, justo en la habitación de Miguel. Ay no ¡Ya llegó y todavía no sabía que canción poner! Con los nervios de punta escuché como los pasos iban caminando en dirección a las escaleras para bajar. Rápidamente me escondí detrás de unas de las paredes de la cocina, mis latidos se hicieron más fuertes cuando escuché que sus pasos bajaron completamente las escaleras y se detuvieron al llegar al final.

—¿Pero qué-?— Al escuchar esas palabras salí de mi escondite con una gran sonrisa.

—¡Sorpresa!— Grité mientras reía, corriendo hacía él para abrazarlo fuertemente, pero cuidando de no hacer mucha presión, aún estaba acostumbrandome a mi fuerza aumentada.

Durante ese abrazo sentí que me derretía ahí mismo, sintiendo el calor de su cuerpo tocando el mío. Tuve que hacer un gran esfuerzo para no caerme ahí mismo, pero me sorprendió el que Miguel aún no dijera ninguna palabra, aflojé un poco el abrazo para mirar hacía arriba, viendo que aún seguía mirando en dirección a la sorpresa.

—¿Hiciste esto para mí?— Preguntó cómo si no se lo creyera, yo asentí repetidas veces con felicidad.

—Si, lo hice para tí ¡Feliz cumpleaños, Miguel!—Pude escuchar como rió un poco y finalmente me correspondió el abrazo.

—Muchas gracias, Sara.— Dijo volviendo a reír otra vez, sonriéndome cálidamente. Muchachos, estoy perdiendo la cordura lentamente, no creo que pueda aguantar mucho si sigue sonriéndome así.— No hacía falta que hicieras esto, con un feliz cumpleaños estába bien.— Yo dejé de abrazarlo para mirarle algo molesta, y confundida. Nada que ver, esto no es ni el 1% de lo que esté hombre se merece en este mundo.

—Con eso no basta, tu te mereces mucho más que esto. Perdón por haber hecho tan poco, intenté hacer lo mejor que pude.— Miguel se acercó al pastel y se me derritió el corazón, en sus ojos ya no se veía esa tristeza o melancolía impregnada en sus pupilas, sus ojos esta vez se veían más alegres, estoy tan feliz.

—A mi me gusta tal y cómo está.— Respondió, y yo con entusiasmo saqué una cajita de fósforos de mi bolsillo y se las mostré.

—¿Quieres que te cante feliz cumpleaños?— Dije riendo emocionada, pero el negó entre risas.

—Nah, no es necesario, está bien así.— Sin rendirme aún, saqué un fósforo de la cajita y encendí las velas del pastel. Miguel me miró confundido.

—Al menos sopla las velas, no te quedes sin tu deseo de cumpleaños.— Dije tomando el pequeño pastel en mis manos, acercando lo a él mientras sonreía. Miguel suspiró ante mi insistencia con una pequeña sonrisa en su rostro, cerró los ojos unos momentos y luego sopló las velas.— Espero que lo que hayas deseado se te cumpla.

Con cuidado dejé el pastel en la mesa y luego caí en cuenta de que no traje nada para regalarle, algo decepcionada le miré mientras me rascaba la cabeza.

—Uy, me olvidé de traerte un regalo...— Pude ver cómo Miguel negó con la cabeza, no parecía molesto.

—Eso no importa, lo que importa es que te tomaste el tiempo para hacerme todo esto.— Respondió mirando toda la decoración junto al pastel que había dejado en la mesa.— Lo importante de los cumpleaños no son los regalos, es el tiempo que se pasa con las personas presentes.

Al decir eso me atrajo hacía el nuevamente, abrazandome cálidamente mientras sonreía. Mis mejillas se sonrojaron y mi corazón se aceleró por el contacto repentino entre nuestros cuerpos. Tardé unos segundos en reaccionar, pero finalmente correspondí su abrazo con calides, dejándome llevar por su calor corporal. Este ha sido el mejor día de mi vida, Miguel me ha abrazado dos veces, estoy bien el mismo cielo...

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Hasta aquí el especial del cumpleaños de Miguel, porque quedan minutos para que se acabe el día, gracias por leer<3 Perdonen las faltas de ortografía, lo editarse más tarde.

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⏰ Última actualización: Oct 14, 2023 ⏰

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