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"Es como si estuviera caminando dormido.."

A la mañana siguiente después de la plática con Aidan no tenía tantas ganas de levantarme de la cama, le agradecía mucho pues había quedado conmigo y había calmado mis ataques pero ahora mismo no tenía ganas de nada de hecho no había hecho nada pero me encontraba muy cansado.

Aún así dando las 10 de la mañana me levanté sintiendo los ojos pesados y claramente hinchados pues la noche anterior había llorado como nunca.

Aidan parecía estar un poco pendiente de cómo me encontraba pues todo el tiempo sentía su mirada encima, debía admitir que tenía un poco sobre lo que Aidan pudiera decir.

No quería que le hiciera saber a los demás lo que había visto la noche anterior no quería que les contara sobre mi lado débil.

Desayunamos y por primera vez sentí asco con la comida, esto Solo me pasaba cuando me sentía demasiado triste, la primera vez que me sentí así de triste fue cuando escuché la voz de mi padre por primera vez porque en ese entonces todavía no estaba su ausencia.

Pero ahora me daba cuenta que los problemas de antes comenzaban a afectarme más de lo que quisiera ahora entendía lo que era sentir la ausencia de un padre el llorar cada noche solo porque necesitas un abrazo de él para seguir o el simplemente querer que te dé un consejo y saber que no va a estar ahí para poder dartelo.

Cada día que pasaba en La academia parecía aumentar mi tristeza sobre todo porque aquí había gente que había conocido a mis padres y ahora la mayoría de ellos me apodaban como él.

Para ellos era "Joe Dixon" decían que lo usaban como un diminutivo Pero a mí no me gustaba no quería cargar con el nombre de alguien que me había causado tantas lágrimas sin ni siquiera conocerlo cada que alguno de los de la academia usaba ese diminutivo mi pecho dolía y quería gritarles tantas cosas.

Primero que yo era débil y no debían ponerme como ejemplo en algunas cosas que yo no podía hacer y segundo no deberían comparar la fuerza que mi padre Tenía al imponer a las personas conmigo porque yo no era como él nunca sería como él.

Yo mismo estaba creando un monstruo un monstruo al que no le importaría matar o enfrentarse con su mismo padre si era necesario pero él me tenía mucha ventaja porque a pesar de no conocer mis puntos débiles el solo verlo me derrumbaría en mil pedazos y me tendría acabado.

Luego de un tiempo lastimándome a mí mismo y dejar de tener sensibilidad por un momento decidí recurrir a otras cosas que me arrepentía de haber probado.

Dan era como mi mentora en eso era mi mejor amiga y al parecer me entendía porque aunque ella sí tenía a su padre presente era un viejo ausente que parecía no estar Y eso la orilló a lo mismo que yo.

El consumir sustancias.

Había veces que nos gustaba romper las reglas que el viejo nos ponía y no salíamos a las madrugadas a consumir y beber de todo un poco aunque a decir verdad, yo no fumaba tanto como ella más bien me gusta olvidarme de lo que me pasaba con el alcohol.

Era como estar dormido un momento, parecer un muerto viviente o simplemente alguien sonámbulo que caminaba entre sueños que después desaparecían.

No me costaba admitir que me gustaba estar en ese estado se sentía bien no sentir nada por un momento.

Yo no necesitaba a nadie para ser salvado, al final de cuenta sabía que venía con un propósito había nacido con solo un propósito, Morir.

Y si el consumir de todo un poco me acercaba más a esa meta lo haría hasta acabar bajo tierra.

Niebla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora