Niebla.

8

"estoy en el caos ahora"

La fecha de hoy el algo difícil de procesar, de nuevo era mi cumpleaños y a comparación de el año anterior está vez se sentía peor.

Recién amaneciendo Aidan y los demás chicos de la academia fueron a mi habitación me felicitaron y luego salieron quedándome a solas con Aidan.

-No deberías comer mucho hoy-me dijo mientras miraba que le estaba dando un bocado al pequeño pastel que Dan me había traído.

-ah... Esta bien, igual no eh desayunado.. más tarde me mido con la comida-le sonreí y entonces el asintió.

-bueno... Lo digo porque, comienzas a mirarte peor que antes, pero está bien, es tú problema.

Y entonces después de esa pequeña charla él salió de la habitación dejándome un poco pensativo mientras miraba el pastel, tal vez él te tenía razón así que hice el pastel a un lado y volví a taparlo para luego bajar a la cocina y guardarlo, me hice de desayunar y después me subí a cambiar sintiendo un dolor en el pecho, no iba a negar que aún tenía hambre mi desayuno había sido muy ligero y yo había estado acostumbrado a desayunar bien.

Salté un suspiro Y entonces me mire al espejo sintiendo mis ojos aguarse, ¿En serio no me había dado cuenta de lo mucho que había subido de peso?.

Esto era mucho peor de lo que había pensado.

Habían pasado Ya unos meses desde que me había hecho pareja de Aidan, y a decir verdad el principio de la relación fue realmente bonito Pero conforme avanzaba el tiempo estando a su lado la cosa Se ponía peor. Pues de alguna manera había estado dejando que Aidan decidiera por mí en todos aspectos.

Esa mañana después de verme al espejo caí en cuenta de una cosa que me hizo cambiar mi vida de repente. Y ahora cada qué mi cumpleaños se acercaba lo aborrecía.

Porque siempre nuestras vidas hay una persona que arruina todo y que en lugar de querer hacernos vivir nos hace querer estar bajo tierra.

Antes a pesar de la ausencia de mi padre amaba mi cumpleaños porque mi papá Cael hacía todo lo posible para verme bien y feliz pero ahora mismo me preguntaba él por qué tenía que pasar por este tipo de cosas me sentía mal conmigo mismo has quedado de mi cuerpo incluso a veces pedía ser cualquier otra persona.

Antes, octubre parecía ser mi mes favorito, y mi cumpleaños mi día especial, ahora era todo lo contrario, de alguna manera ese año que pasé en la academia había arruinado todos mis recuerdos lindos de mi cumpleaños.

Ese día en mi cumpleaños número 18 vomité la comida por primera vez, o tal vez no era la primera pero a nadie le importaba Mucho menos a mí así que continue haciéndolo, Y al parecer ese hábito en mí cada vez empeoraba más.

Y todo gracias a el, el chico a quien tanto amaba y que ahora me había hecho esto.

En la tarde Dan decidió hacerme una fiesta sorpresa, porque apesar de que el cumpleaños de los chicos de la academia ya había pasado querían celebrar el mío de la misma manera, Almenos Dan lo quería, y organizo mi fiesta con ayuda de Ben.

-¡Joe!-me gritó Ben mientras me veía bajar de las escaleras -Todos te están esperando en el jardín- dijo con una sonrisa mientras me miraba de arriba abajo, luego frunció el seño -Oye... ¿Te sientes bien?-pregunto acercándose a mi -Te ves palido...

-Estoy bien Ben... No te preocupes, tal vez sólo son los nervios-dije y solté un suspiro y el me abrazo.

-Okey... Oye, antes de que... Vayamos con los demas me gustaría darte un regalo..- dijo y entonces saco una pequeña caja de su bolsillo, luego me la dio -Abrela, quiero que la uses hoy, en tu día especial..

Asentí y entonces la abrí mirando una linda pulsera que tenía un elefante de madera como dije, entonces me enseño su muñeca. -Tengo una igual, Así cuando veas tu pulsera te acordarás de mí...

-Ben... Es muy linda, gracias-dije y me abracé a el sintiendo ganas de llorar, después me puse la pulsera con su ayuda y luego fuimos al jardín.

Al llegar miré a Dan con una sonrisa y luego Klaus esperandome con una caja en sus manos, Luther y Allison estaban en su mundo y Víctor y Diego estaban brindando ya ni siquiera miré a los demás porque mi vista se nubló en un momento y antes de cerrar los ojos Mire el letrero que estaba en el jardín con un "Feliz cumpleaños Joe" en el.