Niebla.

extra 1.

"Mientras se me ahogaba el corazón.."

Después de lo que había pasado con Edder en Canadá estaba destruido, no entendía porque la vida me había tratado así y de nuevo después de tanto me volví a sentir mal.

Ahora me encontraba en la mansión donde había comenzando todo, donde la vida me había dado una segunda oportunidad y ahora solo me repetía una cosa.

Quería salir de aquí, quería dejar de llorar, apesar de estar en "casa de mis padres" de alguna manera sentía que salía sobrando y mi relación con Joe iba de mal en peor, solo hablaba con mi papá Cael aveces y con Andy pero me pesaba un poco aunque no lo hacía siempre y cuando Joe se acercaba solo respondía, porque estaba enojado con el, porque tenía mucho que decirle, porque incluso estando ahí a su lado lo sentía como un desconocido, lastimosamente después de todo seguía sin verlo como un padre y si estaba con él era por ver a Mi papá Cael feliz, porque se notaba mi papá era muy feliz con Joe.

–Joel... ¿Podemos hablar?–me dijo Joe  mientras entraba a mi habitación con un cuaderno, yo me enderece haciendo una mueca.

–Si, ¿Qué pasa?–pregunte cuando se sento en la orilla de mi cama y se quedó un momento en silencio.

–Quiero disculparme...–dijo tomándome por sorpresa y me miró –no me voy a excusar porque... Se que estuve lejos de ti cuando me necesitabas pero creo que ya es tiempo que sepas porque lo hice mi amor–me explico y entonces me senté igual que el mirándolo aún no muy convencido.

–¿Sabes que con una disculpa no arreglas nada verdad?–pregunte tranquilo mirándolo directamente –me imagino debes saber todo lo que pasamos sin ti ¿Verdad Joe?–volvi a preguntar mirandolo un poco dolido.

Quería que me entendiera, quería que supiera lo Mucho que me había dolido también el no llamarle "Padre" como se suponía debía hacerlo.

–lo se mi amor, se que no arreglo nada pero debía intentar acercarme a ti y contarte mis razones..–suspiro mirando aquel cuaderno que traía con el, parecía estar esperando el momento adecuado para ello –no me fui porque quisiera... Yo quería protegerte quería protegerlos..–hizo una pausa –no quería que sufrirás por lo que te iba a tocar ver tan pequeño... Apenas y eras un niño, mi niño y yo... Hice todo para que no recordarás aquella tarde–hablo más directo aunque aún parecía estar esperando algo de mi.

–no le muevas más Joe, si hubieras querido protegernos te hubieras quedado con nosotros... Pero eres Tú... Estaba claro que no ibas a quedarte...–baje la mirada sintiendo ganas de llorar –porque siempre lo haces... Siempre llegas tarde...–me levanté y el hizo lo mismo siguiendo mis pasos pues los mareos no me dejaban en paz.

–Joel... Necesitó que me escuches por favor hijo...– me pidió con la voz quebrada y entonces abrió aquel cuaderno –no voy a recuperar el tiempo perdido, pero Quiero que sepas que no siempre fui el malo... No quise lastimarte , nunca quise que llegáramos a una situación así, donde no me llamaras "Padre" y nisiquiera me dirijas la palabra...– me tomo de la mano y está vez se sintió como un golpe a mi corazón.

–no creo que sea así... Mi papá sufrió mucho cuando te fuiste...–hice que me soltara –el lloraba todas las noches y siempre evitaba hablar de ti por qué no quería que lo viera llorar ¿¡Y almenos te disculpaste con el por ese daño?!, ¡No! Porque sabes que mi padre es incondicional contigo, porque te ama.... Almenos el lo hace–rodee los ojos –tuve que forzarme a usar mis dones cuándo el perdía el control y debía calmarlo ¡Porqué tu no estabas Ahí!, ¡Tuve que conocer tu voz por medio de un recuerdo!–comence a levantar la voz –R-Recordaba...–suspire –Yo me acordaba de todos tus cumpleaños y escribía en un cuaderno para felicitarte... Deseando un día poder dártelo–negue y me alejé un poco más –tuve que ver cómo mi papá lidiaba con tus recuerdos y escucharlo llorar todas las noches, ¡Tuve que esconderle muchas cosas y llorar en silencio porque no estabas! ¿Y crees que tienes el derecho de decirme algo venir después de tanto tiempo y pedir una disculpa?–me reí –las cosas no funcionan así Joe, Yo no soy Cael para perdonarte todo lo que haces mal–dije y me cruce de brazos Comenzando a sentir un mareo que me hizo tambalear, el se acercó en un intento de agarrarme pero con mis dones hice que se alejara. –si solo venías a Eso, ya puedes irte–le hice saber y volví a sentarme en la cama.