Niebla.

epílogo

-Joel.. no puedes irte solo así...-me dijo el mientras tomaba mi mano -tienes un bebé dentro tuyo... No podemos separarnos-rogo pero yo solo hice una mueca.

-ya se que te dijo que volvería, ¿Pero que pasará cuando Jeff comience a extrañarla?, no podemos dejar que esten lejos Edder... Ellos se aman..

-Dan tenía sus razones para irse y le corresponde a ella hablar con Jeff cuando regrese.. pero-bajo la mirada -si quieres irte, está bien, sabes que aquí te esperaré.

Me dijo con dolor en su voz, no podía distinguir si estaba molestó o simplemente estaba preocupado, tenía poco Tiempo de que se había enterado del embarazo y estaba claro que no quería dejarme ir.

Pero yo no podía permitir que me quitarán a mi mejor amiga, no iba a ser capaz de soportar si algo le pasaba.

Así que sin decirle nada más, solté su mano y cruce la puerta de la casa, sentía su mirada encima mío, más no me detuvo y yo tampoco estaba esperando que lo hiciera.

Sin querer, y luego de lamentarme por mucho tiempo, me di cuenta de lo que me estaba haciendo, del daño que me provocaba estar lejos de el y también de lo mucho que lo necesitaba, no quería arrepentirme de mis decisiones pero incluso podía sentir que mi bebé lo extrañaba y yo a el.

Aún estaba estancado en mi pasado, aún me dolía lo que mi papá había hecho, y sabía que en algún momento debía regresar con ellos, con mis padres, pero no sabía si sería capaz de siquiera ver a Joe.

Después de todo era un Dixon lo cual parecía tener una especie de maldición en el apellido, porque me estaba volviendo como el, estaba dejando a el chico que amaba por ir en busca de fantasmas, porque tampoco tenía señales de Dan y eso dolía.

Edder había sido el sol en todo esto, y ahora que no estaba volvía a estar ciego y no quería eso, no quería caminar solo.

Lo necesitaba más que a nadie, y ahora estaba solo, lleno de niebla que nadie podía quitar, porque nadie había intentado salvarme antes, hasta que llegó el.

Mi Edder, mi amado Edder, te pido por favor, vuelve a encontrarme.