Después de varios embarazos muy dolorosos para la familia Targaryen, el Rey Viserys anuncia que su esposa, la Reina Aemma, está embarazada nuevamente. Los sueños de Viserys indican que tendrá su tan ansiado heredero.
Luego de 7 lunas, la Reina empie...
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LOS GRITOS DE LADY LAENA SE ESCUCHAN EN todo el castillo de Marea Alta. La princesa Rhaenys toma la mano de su hija mientras lady Alicent ayuda limpiando el sudor de la frente de su amiga.
—Debe pujar, falta muy poco.
—Quiero a Aelyx —pide con su voz bastante débil, mira a su madre con los ojos llorosos —¿Dónde está?
—Los hombres solo vienen a ver a su mujer cuando da a luz si es que esta se está muriendo, no puede entrar hasta que nazca el bebé —explica con lastima el Maestre.
—Alicent...
La Hightower asiente comprendiendo lo que quería pedirle. Deja un beso en su mejilla para retirarse de los aposentos, al abrir la puerta puede ver como Laenor está sosteniendo por la cintura a él príncipe Aelyx quien está que entra en un colapso nervioso.
—¿Laena está bien? —pregunta preocupado.
—Quiere que entre, mi príncipe.
Rhaenyra al notar como su hermano no reacciona, lo empuja un poco hacia la puerta para que se adentre a los aposentos. Ella esperaría junto a su padre, su primo y Lord Corlys, no desea ver como Laena sufre como lo hizo su madre.
Aelyx mira dolido como Laena suelta gemidos de dolor y jadea entre las contracciones. Sus ojos se llenan de lágrimas al pensar en que su esposa podría morir tal como lo hizo su madre.
Se sienta a un lado de ella y toma su mano, mientras con otra acaricia su cabello tratando de peinarlo un poco.
—¿Cómo estás?
—Duele mucho.
—Lo siento, no te haré pasar por esto de nuevo —se disculpa dejando un beso en su mejilla.
—¿Y si no es un varón? —inquiere con miedo.
—No te preocupes de eso. Amaré a ese bebé, independientemente del género.
El Maestre se vuelve a posicionar entre las piernas de lady Laena para comprobar la dilatación.
—Se ve la cabeza, debe pujar con todas sus fuerzas para que podamos ayudarla. ¡Puje!
Laena gruñe mientras puja, y a lo lejos se puede escuchar un rugido de dragón. Aelyx susurra palabras de aliento para su esposa mientras está continúa pujando.
—Buen trabajo —el maestre agarra al bebé y corta el cordón umbilical para pasárselo a una de sus ayudantes —Ahora retirare los restos.
—¿Está sano el bebé? —pregunta Aelyx sin apartarse del lado de su esposa.
—Si, su gracia. Tiene un príncipe sano como un dragón.
Laena suspira aliviada al saber que es un varón. Le entregan el bebé a su esposo quien lo mira maravillado para luego pasárselo a ella.
