27- 𝗚𝗼𝗼𝗱𝗯𝘆𝗲 𝗦𝗲𝗰𝗼𝗻𝗱 𝗪𝗶𝗳𝗲

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𝗚𝗼𝗼𝗱𝗯𝘆𝗲 𝗦𝗲𝗰𝗼𝗻𝗱 𝗪𝗶𝗳𝗲


LA REINA ALICENT LLEGA CON LAGRIMAS EN SUS OJOS A SUS APOSENTOS donde cierra la puerta detrás de ella y golpea un mueble mientras suelta un grito desesperado

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LA REINA ALICENT LLEGA CON LAGRIMAS EN SUS OJOS A SUS APOSENTOS donde cierra la puerta detrás de ella y golpea un mueble mientras suelta un grito desesperado.

Los dioses los castigarían, se repite en su mente sabiendo que tendría que rezarle demasiado a la madre para que se apiaden de su familia y la ayude a ser una mejor esposa. Algo no está haciendo bien que su esposo no está contento con ella. Angustiada saca de uno de sus cajones el libro sagrado de su Fe, La estrella de siete puntas.

Se arrodilla apoyándose en la cama mientras deja el libro abierto en está, escucha como su hermano pide su presencia, pero se le es negada por la orden que el rey había dictado.

—Le pido al Padre justicia por mi hijo Aegon y la ofensa que los dornienses han hecho sobre él. Le pido al guerrero que nos lleve a la victoria en esta guerra. Le pido al Herrero para que me de fuerza en el trabajo que se me otorgo desde el día de mi nacimiento, el de ser una buena madre y esposa. Le pido a la Madre que proteja a mis hijos, incluso que proteja a mis hijastros y ahora al nieto que tendré, espero lo puedan salvar de las barbaridades de los dornienses. Le pido a la Doncella que perdone a mi hijo por sus acciones y que cuide a mi preciada Helaena. Le pido a la Vieja que me pueda guiar en este momento difícil y acompañe a mi esposo en su reinado como lo ha hecho durante años. Y le pido al Desconocido que cuide de lady Alyssa, y que por favor no se acerque a llevarse a algún miembro de mi familia antes de tiempo.

Termina sus rezos principales en silencio. Escucha la puerta abrirse, pero lo ignora para seguir rezando. Siente como apoyan una espada contra uno de los sillones por lo que reconoce que es su esposo, al acercarse puede sentir el olor a humo y dragón que desprende.

Aelyx se mantiene derecho en el lugar viendo como reza, no quiere interrumpir su momento de arrepentimiento por como libero su ira hace unas horas. El reciente recuerdo de Baela preguntando si Alicent se había vuelto loca lo molestaba, por tal insulto oculto en inocencia la mando a su habitación junto con la septa y a encadenar a su dragona como castigo.

Alicent no se atreve a mirarlo, no quiere ver si tiene fuego en sus ojos. Trata de seguir en sus oraciones, pero tener a su esposo mirándola la desconcentra y no le puede hacer eso a los dioses por lo que cierra el libro y lo va a guardar. La mirada de Aelyx la sigue por el lugar mientras el sol se empieza a esconder.

—Le diré a las sirvientas que prendan las velas...

—No —niega Aelyx entregándole una vela encendida que había traído con él, la cera es de un color rojo oscuro haciendo que el efecto de la cera derritiéndose pareciera sangre —Hazlo tú.

La reina consorte asiente para no molestarlo y empieza a prender las velas, nota que cuando ya lleva la mitad su esposo toma una de las velas y espero que la apagara como solía hacer su padre para castigarla y que se tardará más, pero Aelyx empezó a ayudarla.

The Last's Valyrian Dynasties -HOTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora