Después de varios embarazos muy dolorosos para la familia Targaryen, el Rey Viserys anuncia que su esposa, la Reina Aemma, está embarazada nuevamente. Los sueños de Viserys indican que tendrá su tan ansiado heredero.
Luego de 7 lunas, la Reina empie...
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LOS GRITOS DE EMOCIÓN DE LOS CIUDADIANOS de Desembarco del Rey hace que los recién casados rían nerviosos. La casa Velaryon insistió en que se hiciera una gran boda, pero ninguno de los novios quería algo grande, incluso pidieron algo rápido ya que no podían soportar tener que mantener distancia del otro.
Aelyx besa a Laena de manera posesiva mientras esta gime de dolor por el corte de su labio inferior, tardaría en cicatrizar.
—Quiero esperar a llegar a los aposentos, no quiero consumar nuestro matrimonio en un carruaje —pide Laena entre jadeos.
El príncipe asiente y deja un casto beso sobre sus labios.
—Solo estoy muy feliz, nunca pensé que llegaría vivo al día de mi boda.
Vivo.
El estómago de Laena se retuerce en solo pensar en esa palabra. La razón de su repentino casamiento y no respetar los meses de compromiso fue porque el príncipe ansia ir a la guerra, pero primero debían casarse y esperar a que Laena estuviera embarazada.
Le dolía pensar en que estaría sola los primeros meses de su matrimonio y de su embarazo, la mejor parte de casarse con Aelyx era que podía estar siempre con él sin que la juzgaran o empezaran a rumorear, incluso se planteó ir a la guerra a ayudar con Vaghar, pero tanto su padre, hermano y -en ese entonces- prometido se negaron.
El carruaje se detiene en el patio de la Fortaleza Roja. Aelyx no espera a que les habrá la puerta y los presenten, simplemente carga a Laena entre sus brazos y corre hacia sus aposentos.
Las personas de la corte que los debían recibir se quedan atónitos sin saber que hacer, la orden era recibirlos y llevarlos a un banquete no que consumaran de inmediato el matrimonio.
—¡Retírense! —ordena el príncipe a las sirvientas que están preparando los aposentos.
Deja a Laena en el suelo donde está ríe nerviosa y se pone de puntillas para intentar dejar un beso en la mejilla de su esposo, pero este mueve la cara haciendo que sus labios impacten contra los suyos.
—Eso es trampa —se queja Laena.
—Puede ser —ladea un poco su cabeza. La toma de los hombros haciéndola girar para que viera los aposentos por completo —Mande a preparar esto para ti, ¿te gusta?
Hay varios pétalos de rosas sobre la cama, y en las mesitas de noche hay floreros con flores de colores azules y celestes, aparte en una mesita esta una jarra con agua y dos vasos, y en la otra una jarra de vino con dos copas doradas.
Dos camisones están extendidos en uno de los sillones y a su lado hay varias joyas de diferentes materiales. También hay una alfombra nueva con sabanas dobladas a su lado, y un sillón nuevo que es mucho más grande de lo normal, casi como una cama de las que usan los sirvientes.
