Hola personitas hermosas, Ant por acá!
Sé que les prometí que el cuarto capítulo iba a salir junto con el tercero pero es que quería publicarlo porque siento que con la actualización de aliento del pasado tenía que traerle el omega de las mareas quiero dejarles claro que el cuarto capítulo ya está casi listo todavía no lo he podido terminar de escribir me falta también editarlo pero ya las cosas van a empezar a mejorar entre esta pareja dispareja 😭✌🏼✨
Como todo saben esta historia es un poco dura porque está data el tema del suicidio la depresión y los traumas mal solventados no quiero que se lo tomen personal no quiero que se lo tomen como si estuviera avivando una conducta insana no es para eso esto es un producto de ficción que se solventará yo les prometí que en esta historia tendría un camino turbulento pero los protagonistas iban a ser felices y van a ser felices 😭👍🏼❣️ pero obviamente tienen que saldar todas las deudas pendientes todas las ofensas que tengan para poder seguir su camino y les digo desde ya que los dos tercos están destinados a estar juntos por para siempre ❤️😘💕Bueno no me entrometo más los dejo leer disfruten y nos vemos al final para una notita finales
:3
Las campanas resuenan, su eco se desvanece en la lejanía mientras él permanece sumido en un estupor melancólico.
Al abrir los ojos ligeramente, su visión se ve eclipsada por la blancura de las sábanas que lo envuelven. Una marejada de confusión nubla su mente, su cuerpo arde con una fiebre implacable, y la neblina de la memoria dificulta recordar lo que ha ocurrido. Siente la habitación girar a su alrededor, mientras un dolor agudo retuerce su vientre y un calor abrasador lo consume por completo. Este celo es diferente, y en su soledad, el dolor parece superar al placer. Su vientre se retuerce como respuesta al vacío de no ser fecundado por la semilla de un alfa, aunque sabe que no es así, susurra un lamento por la imposibilidad de dar vida en su vientre fértil y anhela desesperadamente el tacto gentil de un alfa. Desde su primer celo, se ha encerrado, o mejor dicho, acuartelado durante los siete días y noches que dura este periodo. Llora en silencio a la almohada, construye un nido con sus propias prendas impregnadas de su aroma, inciensos y fragancias intensas. Se sume en supresores, medicamentos, baños fríos y, de vez en cuando, juega con su propia intimidad mientras las lágrimas brotan por el vacío en su interior.
La euforia del autoplacer se disipa rápidamente, dejando lugar a un llanto desgarrador. Siente vergüenza ante la idea de que alguien lo vea en ese estado, por lo que solo permiten la entrada a personas de confianza: su madre, su padre. Ni siquiera su hermano tiene permitido ingresar, no por desconfianza, sino porque Jace, siendo un alfa, tiene la prudencia de respetar los límites de los omegas con feromonas. Joff, un beta también, ha desafiado esta norma, permaneciendo a su lado durante un tiempo. Los dioses los bendigan por su comprensión.
Un suspiro se escapa de sus labios cuando la brisa acaricia su cuerpo ardiente, ahora cubierto de sudor y esparcido entre las sábanas revueltas. Ha estado inconsciente, pero al mismo tiempo no. Es como flotar, o más bien, volar en una nube tan suave como la seda y el algodón combinados. Su omega toma el control mientras se retuerce en la cama, buscando la comodidad que le resulta esquiva. Siente la presencia de Elinda, quien estuvo en la habitación para ayudarle a ponerse ropa y limpiarse un poco, pero su presencia fue efímera. El agua le llega con un sorbo metálico, aunque no tiene hambre, solo anhela retorcerse entre las sábanas y encontrar su propia paz. Las almohadas, todas propiedad de su esposo, abrazan su cuerpo en búsqueda de su esencia. En algún momento, se levanta de la cama para buscar la ropa de Aemond, arrojarla en la cama y enredarse en ella como si quisiera envolverse en la esencia del otro.
ESTÁS LEYENDO
El omega de las Mareas
FanfictionEn un mundo donde las llamas danzan sobre dragones y destinos entrelazados, Lucerys Velaryon, un omega de fuego, carga con la marca de haber arrebatado el ojo de Aemond Targaryen, su esposo alfa. En la encrucijada del deber como futuro señor de las...