Capitulo 6 - Lagrimas dulces, noche suave y nuevas promesas.

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¡Señoras y señores, personitas hermosas, bellezas de la creación, ha llegado el momento del tercer capítulo! 🎉

¿Cómo están? ¿Cómo va su fin de semana? Yo, por mi parte, triste porque mañana me toca trabajar 😩, y cada vez que pienso en eso, me duele todo. Pero bueno, me toca, porque las cuentas no se pagan solas, ¿verdad?

Para este capítulo, quiero agradecerle a la hermosa admin de princesaemondt, porque sin su ayuda, no habría podido narrar la parte del nacimiento del bebé de Luke y Aemond.

Princeaemondt 🥰💖✅

Yo no soy madre, soy tía, y aunque amo a mi sobrina con toda mi vida —es la luz de mis ojos—, sé que el amor de madre es algo incomparable. Así que, ¡gracias, hermosa, por tu apoyo invaluable!

Y ahora sí, no les quito más tiempo, así que aquí les dejo las advertencias sensuales:

Advertencia:
Este trabajo es pura ficción. Todos los personajes pertenecen a HBO y a George R.R. Martin. Solo ejerzo mi derecho a escribir fanfiction sin fines de lucro. Contiene lenguaje vulgar, incesto, discriminación, misoginia, escenas sexuales consensuadas entre mayores de edad, y violencia.

Si alguno de estos temas te incomoda, por favor, no lo denuncies, simplemente no lo leas. Y si decides seguir adelante, recuerda respetar los comentarios y los gustos de los demás. 🙏

¡Disfruten de la lectura y nos vemos al final!

Besitos :3


Nueve lunas del embarazo de Lucerys Velaryon

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Nueve lunas del embarazo de Lucerys Velaryon

Driftmark.

El consejo se desarrollaba con relativa tranquilidad. El maestre le dijo que ya estaba a punto de dar a luz; estaba por cumplir el tiempo, y su cuerpo se iba preparando, pero se sentía cada vez menos listo. No dormía casi nada, y el motivo era simple: tenía miedo. Estaba aterrado del parto, aterrado de lo que pasaría con el bebé. Su cuerpo se estaba debilitando, aunque el bebé estaba bien según los estudios de los maestres. Su muña le prometió que iría con él para darle apoyo; ya había planificado todo y llegaría en dos días. Jacaerys se disculpó; no podría ir por la sencilla razón de que Aegon necesitaba ayuda con los bebés.

Helaena y Baela seguían haciendo fortificaciones y no querían dejar todo de lado en la fortaleza de Pentos. Rhaena ya venía en camino con Addam; pasarían primero a Dragonstone para visitar a Aegon y Jace. Aunque el maestre Kelvan estaba preocupado de que fuera al consejo, el maestre Aron y el gran maestre Gerardys dijeron que podía asistir después de su revisión matutina. Sin embargo, todos en la sala lo vieron con un poco de preocupación, algunos con desdén y otros con desagrado.

Aemond, simplemente, no lo observaba. Desde que le dijo que lo quería ver, volvió a su rutina de no verlo; no se encontraban ni en los pasillos y las cenas con Rhaenys quedaron olvidadas. Joffrey le mantenía al tanto de todo lo que pasaba; le había contado que Aemond y Daeron se pelearon hasta darse de golpes y que tuvieron que detenerlos varios guardias. La princesa Rhaenys, molesta, los encerró en las mazmorras a los dos por tres días y tres noches.

El omega de las MareasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora