¡Personitas hermosas! ¡Es el momento de presentarme!
¿Cómo están? Ha pasado casi un mes desde la última vez que nos leímos en Wattpad, ¡pero finalmente traigo el primer capítulo de este maratón de Omega de las Mareas! Todo lo bueno debe llegar a su fin, pero espero que lo disfruten tanto como yo lo hice al escribirlo. 😊
¡Así que oficialmente comienza el maratón! Como saben, habrá un capítulo diario hasta terminar, pero les pido que revisen las notas finales para más información.
Ahora sí, ¡vamos con las advertencias sensuales! 😏
Advertencia:
Este trabajo es pura ficción. Todos los personajes pertenecen a HBO y a George R.R. Martin. Solo ejerzo mi derecho a escribir fanfiction sin fines de lucro. El contenido incluye lenguaje vulgar, incesto, discriminación, misoginia, escenas sexuales consensuadas entre mayores de edad y violencia.Si alguno de estos temas te resulta incómodo, te pido que no lo denuncies, simplemente no lo leas. Si decides seguir, ¡respeta los comentarios y los gustos de los demás! 🙏
Y con esto, los dejo disfrutar de la lectura. ¡Nos vemos al final!
Besitos :3
3 lunas de embarazo de LucerysCumpleaños de Aegon en Dragonstone.
Aemond estaba tenso, molesto y confundido. Su mente era un torbellino de pensamientos contradictorios y emociones intensas.
Su lado egoísta quería culpar a Lucerys Velaryon por todo, pero sabía que no podía. La culpa solo recaía en su propio segundo género, que había tomado el control en la Fortaleza Roja. Recordaba cómo, en su habitación, había hecho suyo a su esposo, hundiéndose ambos en una vorágine de pasión. Sus olores se mezclaban, y no podía negar que el aroma de Lucerys era exquisito. Aemond no era adicto a los dulces, pero el sándalo, mezclado con limones y cenizas, hacía que sus dientes picaran y su lengua salivara. Quería marcarlo en la nuca, dejarlo con una señal visible de pertenencia, pero su parte racional se lo impedía. En su lugar, besó y mordió cada otra parte de su cuerpo.
Su celo se disparó al unísono con el de Lucerys. Solo con olerlo, con probar su sangre dulce y adictiva, sus instintos se descontrolaron de una manera enloquecedora. En esos momentos, nada más le importaba; solo quería llenarlo, tenerlo debajo de él, susurrando y gimiendo su nombre. Lo tomaba por el cuello, presionando su manzana, ahogando sus gemidos contra el techo.
Alfa.
Cuando Lucerys lo llamaba alfa, su mente se desconectaba. Después del segundo día, se dejó vencer completamente por los instintos que lo dominaban. Su alfa tomó el control, marcando el cuerpo de Lucerys para avisar a los demás que él era su omega. Ahora, al pensarlo, se daba cuenta de que no había querido marcarlo en la glándula. Su lado racional le enviaba señales de alerta, pero cuando intentó morderlo, terminó mordiendo las manos de Lucerys, quien lloraba pidiendo que no lo hiciera. Aunque eso dolió a su alfa, entendió que era porque no quería causarle más dolor.
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El omega de las Mareas
FanfictionEn un mundo donde las llamas danzan sobre dragones y destinos entrelazados, Lucerys Velaryon, un omega de fuego, carga con la marca de haber arrebatado el ojo de Aemond Targaryen, su esposo alfa. En la encrucijada del deber como futuro señor de las...