¿Qué sentía en este momento? No lo sé. Mis emociones estaban totalmente mezcladas. ¿Odio? ¿Ira? ¿Rencor? ¿Dolor? Ya no entendía a mi corazón, ni siquiera a mi cerebro. Ellos sabían que no fui yo. Ellos siempre supieron la verdad y a pesar de todo me tacharon como mentirosa. Incluso en un punto de mi encierro llegué a considerarme culpable de ser inocente. Y ahora soy culpable de verlos a la cara y sentir todavía un poco de amor hacia mis progenitores, yo misma siento pena por mi. Soy tan estúpida.
Apreté mis puños con fuerza y empecé a hablar en sus cabezas con una voz seca y carente de vida.
"Si estuvieran hablando con la antigua yo, tal vez hubiera salido corriendo, pero ya no. Estoy cansada de huir y de esperar que otros resuelvan mis problemas. Soy una cobarde y lo admito. Tengo miedo de volver a perderlo todo, también lo admito. Aunque me he dado cuenta que no importa si lo pierdo todo, lo importante es no perderme a mí misma. Es por eso..."
Cerré mis ojos recordando todo lo que me había sucedido hasta el momento.
"¡Es por eso que no voy a volver a huir! Tengo personas que me apoyan ahora, que entienden mi situación, que me están dando el amor y cariño que ustedes nunca me dieron desde que tenía cinco años."
Al regresar mi vista hacia ellos pude ver como lágrimas brotaban de sus ojos.
"Ustedes quieren mi perdón ¿no es así?"
Ellos asintieron.
"Entonces díganme, ¿qué ganan con eso? ¿Acaso creen que voy a olvidar todo lo que me hicieron? Cinco años de maltrato y de dolor no van a desaparecer de la noche a la mañana."
Suspiré.
"Los perdono, pero no se vuelvan a acercar a mí, ni a la familia Hill. Porque en lo que a mí respecta..."
Les lancé una mirada fría.
"Ellos son mi única familia."
Me di la vuelta para irme; sin embargo, me detuve al notar que me faltaba algo por decir. Los miré por encima de mi hombro.
"Adiós señor y señora Gorner. Que tengan una buena noche. Porque la mía me la acaban de arruinar."
—¡Eva, espera! —aquel señor me agarró por el brazo. Traté de resistir, pero él era más fuerte.
"¡Suéltame!"
—Eva, por favor, piensa con la cabeza fría. Regresa con nosotros, tus padres —comentó la mujer—. Tienes que estar con nosotros, si te quedas con ellos los vas a poner en peligro. Y.H. te quiere a ti y no importa quién esté en su camino.
Al escucharla decir eso dejé de respirar por un momento, podía sentir los latidos de mi corazón. Un repentino miedo me abrazaba en medio de esta helada noche.
"¿Por qué a mí? ¿Qué es lo que quiere?"
—Eres alguien especial Eva. Especial y peligrosa.
Aquellas palabras rompieron algo dentro de mí. La cabeza me estaba doliendo demasiado. Quería gritar. No creía poder soportar por mucho tiempo el dolor.
—Él te tenía en la mira, pero en estos momentos cree que estás muerta —el hombre me soltó al fin, pero mis rodillas cedieron y chocaron contra el suelo—. Aunque tú creas que somos unos monstruos, hicimos todo esto para protegerte y alejarte de él.
Mi cuerpo se sentía muy liviano. Las punzadas aumentaban en frecuencia y fuerza.
—Si descubre que estás viva va a ser el fin para todos. El día que te dejamos en el bosque, en realidad íbamos a matarte. —Reveló la de largos cabellos.
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Silencio #1 No fue mentira
Ficción General"Un mal día puede dar inicio a un montón de tragedias." Eva Gorner sabía esto muy bien. Lo estaba viviendo en carne propia. ¿Qué sentía al estar en esa situación? Bueno, los sentimientos eran diversos, pero la impotencia sobresalía de entre todos. ...