Jimin, tierno y un gran soñador, fué secuestrado y encerrado en una habitación sin mucha luz, sin comida, nada, lo único que tenía era a un chico frío y directo que estaba en la habitación de al lado. Ambos, a medida que pasa el tiempo, empezarán a...
Jimin se encontraba sentado en una cafetería, un poco lejos de la gente. Todas las tardes iba a ese lugar ya que le gusta la vista que da al parque, ver a familias jugar con sus hijos le traen recuerdos de sus padres, estos fallecieron por culpa de la adicción y le dejaron todo el peso a el ya que ahora le tiene que pagar millones a los vendedores. Tiene apenas una semana para poder conseguir todo ese dinero, todos los días recibe amenazas de muerte a tal punto de temblar del miedo ya que todavía no llega, falta demasiado para llegar a toda esa suma de dinero.
Una de las tantas cartas de amenaza que enviaron decía lo siguiente:
"Suicídate Jimin, Tírate desde un puente. Vuélate la tapa de los sesos con una pistola. Arrójate bajo un autobús. Lánzate a las vías del metro. Abrí el gas de la estufa. Encuentra una buena viga y ahórcate. Puedes elegir el método que quieras. Pero es tu mejor oportunidad.
Tu suicidio será mucho más adecuado, dadas las circunstancias de nuestra relación. Y, sin duda, una manera más satisfactoria de que pagues lo que me debes."
Aún no quiere morir ya que tiene muchos sueños que quiere cumplir, el solo arruga las cartas y las quema, trata de no darle tanta importancia aunque debería hacerlo. Solo estaba asustado y no piensa antes de actuar.
Dejando eso de lado hablemos de como le fue con temas de trabajos.
A los quince años empezó a trabajar como ayudante en una tienda pero no le pagaban lo suficiente así que lo dejó, no suele comer mucho ya que quiere ahorrar lo posible. Ahora con veintitrés, trabaja como sirviente en un bar, no le gusta, pero es lo único que tiene y aparte le pagan bien. Su casa, bueno, vivía en un departamento sin lujos y barato, no usa mucho la electricidad para que no le cueste tanto, solo lo usa cuando es necesario.
Sus "amigos", si es que se pueden llamar a si, lo dejaron solo, lo único que hacían era usarlo ya que en ese entonces era muy inocente y se aprovecharon de eso. Tiene un amigo muy cercano, Taehyung, pero se fue a vivir a Estados Unidos por un tiempo con su pareja. Lo conocí cuando iba a la primaria pero tuve que dejar de estudiar por todo lo que está pasando.
¿Si quiere volver a estudiar? La respuesta es sí.
Ese es su mayor sueño, además de encontrar a alguien que de verdad lo amara, como en los cuentos que le contaba su madre cuando era pequeño, trabajar y formar una familia, ver a sus futuros hijos correr por la casa... pero hay un problema, le gustan los de su mismo sexo y porque digo que es un problema, por la generación de ahora, ya no se puede ser libre porque al momento te critican y te miran como si fueras lo más raro que vieron en su vida, con mucha frecuencia las personas adultas juzgan a los demás por su aspecto exterior. Estúpidos.
El trata de ignorar todo aquello pero a veces es agobiante.
Una de las cuantas características de Park Jimin que saltaba a la vista al instante de conocerlo era su optimismo. Jimin era una de esas personas que siempre piensan que al final las cosas van a salir bien, aunque hayan empezado muy mal.
Un diez de Enero se miro en el espejo al levantarse y tuvo que admitir que estaba un poco desanimado. No era un pensamiento normal en el, intentó espantarlo diciéndose que las cosas mejorarían.
Cuando pasa por las tiendas de ropa o cuando va al supermercado sus ojos se ponen llorosos ya que no tiene suficiente dinero para comprar ropa o alimento, su armario tanto como su nevera estan casi vacíos, de vez en cuando usa la misma ropa y con respecto a la comida solo tiene alimentos instantáneos y varias frutas que ya deben de estar en las últimas. Quiere vivir desente, pero no puede.
La gente ve a Jimin como el típico chico tierno y sociable ya que siempre anda con una sonrisa y saluda muy amigable cuando camina por las calles, pero si tan sólo supieran que aquel tierno, inocente, sociable y soñador chico se fue hace unos años atrás.
Se acomodó el abrigo y tomó un sorbo de su café para luego mirar a la ventana, el invierno llegó y tanto las calles como los árboles están llenos de nieve. Agarró el último pedazo de tarta y se lo llevó a la boca, era delicioso, hace mucho no comía eso.
Se levantó de su asiento para ir a pagar, una vez lo hizo salió de aquel lugar y se dirigió al parque.
Mientras caminaba hacia su casa disfrutaba de aquel frío viento que se chocaba en su cara, no le gustaba mucho el invierno pero le agradaba esa sensación, lo relaja. Cuando llegó miro con pena y tristeza su hogar. Sacó las llaves del bolsillo de su abrigo y las ubicó en la cerradura, frunció el ceño cuando notó que estaba abierta.
El nunca la deja así cuando sale, capáz... Que se olvidó de cerrarla. Entró despacio viendo todo oscuro, con su mano trató de buscar el interruptor y cuando lo encontró y la luz se prendió, se sorprendió al ver todo fuera de su lugar y destruído.
— ¿Q-que sucedió? — Se asustó al escuchar un ruído en la cocina, despacio y con miedo fue hacia aquel lugar. — ¿H-hay alguien ahí?
Pegó un grito y cerró los ojos cuando un golpe fuerte junto con el maullido de un gato se escuchó, abrió los ojos y suspiró tratando de relajarse pero se tensó al escuchar una voz detrás de él.
— Pero mira lo que tenemos aquí... — Jimin se exaltó y al girarse siente un pañuelo en su boca, trató de luchar pero fue imposible, sus ojos se cerraron.
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. . . . . . ¡Hola!
Bienvenidos a otra historia.
No he tenido mucha imaginación en estos días por eso el capítulo esta un poco corto pero estoy haciendo lo posible para que los demás estén aunque sea un poco más largos.
