El tercer niño perdido decía que se llamaba Henry y todos los días se fumaba un cigarrillo porque decía que así se sentía más fuerte.
A Lobo no le gustaba Henry, así que lo llamó Mofeta.
Mofeta se iba a una esquina a fumar mientras que Mapache y Lobo contaban historias de terror.
Mofeta estaba perdido. Estaba perdido en sí mismo.