En eso, pequeñas gotas de agua comenzaron a caer, primero tímidamente, pero luego se hicieron más grandes y comenzaron a caer más rápido. Sentí cómo la humedad se filtraba por el aire, dándole un toque mágico a ese momento.
—¿Lluvia?… Parece que no podré irme a casa —mencioné, tocando las gotas de agua con mi mano. La sensación del agua fría me hizo sentir viva, aunque la preocupación de quedarme atrapada allí me rondaba la mente.
—Puedes quedarte aquí si quieres —respondió Susan, sonriendo ligeramente. Su invitación me hizo sentir un cosquilleo en el estómago, una mezcla de nerviosismo y felicidad.
—Hum, está bien —respondí, sintiendo que era una oportunidad que no podía dejar pasar.
Al entrar a la casa, me sorprendí al ver lo grande y moderna que era. Todo parecía tan acogedor y elegante.
—Guau... ¿cómo tienes una casa tan grande? —pregunté, mi voz un poco más alta de lo normal, reflejando mi asombro.
—Oh, trabajo como cocinera en el restaurante Dichi y gano muy bien. Sé muy bien cómo cocinar con ayuda de mi magia —dijo con una sonrisa que iluminó su rostro.
—¿Cocinera? —mi sorpresa era genuina. Nunca hubiera imaginado que tenía un talento tan especial.
—De hecho, acabo de hacer omelette, ¿quieres probar? —me ofreció, y mi corazón dio un salto. La idea de compartir algo tan personal como una comida hecha por ella me llenó de emoción.
—¡Claro! —respondí con entusiasmo.
Susan sonrió y se dirigió a la cocina mientras yo me sentaba en el sofá, sintiendo que cada segundo que pasaba en su casa me acercaba más a ella. Cuando regresó con un plato humeante de omelette, el olor envolvió mis sentidos, provocando que mi boca se llenara de agua.
—¡Se ve y huele delicioso! —exclamé, sin poder contener mi emoción.
—Toma, pruébalo —insistió, extendiéndome el plato con una mirada que me hacía sentir especial.
Empecé a olfatear el plato, disfrutando antes del exquisito aroma antes de tomar un trozo con el tenedor y probarlo. La explosión de sabor me sorprendió y mis ojos brillaron con la delicia.
—¡Está muy rico! —grité, sintiendo que esa comida era un reflejo de su calidez.
Susan sonrió, y cuando nuestros ojos se encontraron, sentí una conexión que me dejó sin palabras.
—Hacía muchisimo tiempo que no estaba en una relación, y sinceramente no recordaba cómo era. —Dice Susan de repente con una sonrisa cálida—. Para ser honesta, tenía años sin sentir algo por alguien de la misma manera que lo siento por ti.
Sentí un rubor surgiendo en mi rostro tras escuchar cada palabra y luego le sonreí con la misma calidez.
—Igual yo, pero como tú dijiste, vayámoslo viendo esto juntas —contesté, sonriendo levemente y tratando de ocultar mi nerviosismo.
—Tienes razón —dijo, y su sonrisa se amplió—. Hum, tengo una idea, ¿te gustaría hacer pijamada?
—¿Una pijamada? ¡Claro, ¿por qué no? —respondí, sintiendo que el corazón me latía más rápido. Esa idea parecía perfecta.
Poco después, mientras hablábamos y reíamos, la noche comenzó a caer, y nos dirigimos a la habitación.
—Ah, ¿dormimos en la misma cama? —pregunté, sintiendo un ligero nerviosismo burbujear en mi estómago.
—Si te sientes incómoda, puedo irme al sofá.
—¡No, no! Quédate —dije de inmediato, casi sin pensarlo, deseando que si se quedara a mi lado.
—Bien —respondió ella, y me sentí aliviada.
Ambas nos acostamos en la misma cama y apagamos las luces, pero la oscuridad no trajo consigo el sueño.
—Susy, ¿estás despierta? —pregunté, sintiendo cómo la ansiedad y la emoción se mezclaban dentro de mí.
Susan giró su cabeza hacia mí, sorprendida.
—Creí que estabas dormida.
—No puedo dormir; a pesar de amar dormir, me cuesta mucho hacerlo últimamente —admití, sintiendo que la vulnerabilidad era un paso necesario.
—Yo estoy pensando en nuestra relación. Me da miedo hacer algo mal, ya que recién empezamos, y no quiero que te sientas mal por algo que llegue a hacer. Dímelo si te sientes así —sus palabras resonaban en mi corazón, y me llenaron de calidez. Quería ser honesta con ella, así que sonreí y me acerqué a ella para darle un pequeño besito en la frente.
—En algún momento, alguna de nosotras cometerá errores, pero espero que podamos solucionarlos juntas—dije, tratando de brindarle seguridad y de repente solté un bostezo—. Ahora... deberíamos intentar dormir.
Susan sonrió ligeramente y cerró los ojos. Sentí que mi corazón se llenaba de esperanza y una profunda conexión. Aunque la incertidumbre aún estaba presente, me sentía lista para enfrentar lo que viniera, porque, de alguna manera, sabía que estábamos en esto juntas.
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Una Disculpa Sincera #1 [✔️]
Romance« ¿Quién imaginaría que la chica que más odiaba Pau en el mundo terminaría siendo la que más amaría? » 𖹭𖹭𖹭 Cuando Pau se reencuentra con Susan, su antigua bully, todo su mundo se tambalea. Susan viene con una...