Leí el mensaje varias veces, sin poder evitar que una parte de mí se preguntara por qué ahora, y qué significaba realmente esta invitación. Era un simple cine, pero las implicaciones me dejaban dudosa.
—¿Qué debería hacer? —me pregunté en voz baja, sintiendo que el tiempo se detenía mientras pensaba en mi respuesta. No quería rechazarla, pero tampoco quería comprometerme sin estar completamente segura.
Finalmente, decidí escribirle de vuelta, tratando de mantener un tono neutral.
Pau: Está bien, ¿a qué hora?
Respondí, aunque en el fondo, no podía evitar sentir que estaba abriendo una puerta que había preferido mantener cerrada. La incertidumbre me rodeaba, y aunque estaba dispuesta a considerar esta nueva invitación, sabía que había mucho que resolver entre nosotras.
Mientras esperaba su respuesta, me preguntaba si realmente estábamos listas para dejar el pasado atrás o si esto era solo una ilusión que podría desvanecerse en cualquier momento.
Suspiré, aún preguntándome qué se traería entre manos esta vez. Después de lo raro y, sorprendentemente, divertido que fue el carnaval, no podía negar que la idea de salir con ella tenía cierto atractivo. ¿Por qué no? Además, realmente no tenía otros planes.
Me levanté, me vestí rápido y salí hacia el cine. Al llegar, la encontré esperándome, y de inmediato, sin perder tiempo, la miré con una ceja levantada.
—¿Y ahora qué pasó? —le solté, cruzándome de brazos, tratando de disimular mi curiosidad con escepticismo.
—No, no es nada, solo quería invitarte a salir —respondió con una sonrisa torpe, y de repente su rostro se tiñó de rojo—. ¡Ah! Pero no me refiero a salir juntas… me refiero a, ya sabes, salir, a un lugar…
Solté una risa involuntaria y negué con la cabeza.
—Tranquila, ya entendí desde el principio. —Le sonreí y miré hacia las carteleras—. Entonces, ¿qué película veremos?
—Está Horror Night, una adaptación de un libro que leí. Es buenísima y tiene reseñas geniales.
—Oh, he escuchado de ella, de hecho, moría por verla. Soy fanática de las películas de terror.
—Yo vivo por las películas de terror —respondió con una calidez que casi nunca le había visto.
Nos acercamos a la taquilla para comprar los boletos, pero entonces algo extraño sucedió. El rostro de Susan cambió; su mirada se volvió opaca y ausente. Como si estuviera atrapada en un lugar oscuro del que no podía escapar, sus ojos temblaron, y de repente se cubrió los oídos, apretándolos con fuerza. Su voz se convirtió en un hilo de gritos entrecortados.
—¡Basta! ¡Mentira! ¡Deténganse! —gritaba, sin ver nada a su alrededor.
Mis piernas se quedaron paralizadas, heladas de terror, y la gente a nuestro alrededor se detuvo, mirándola con una mezcla de miedo y desconcierto.
—¡¿Susan?! —exclamé, tratando de que mi voz la alcanzara. Pero Susan estaba atrapada, perdida en un lugar que no podía comprender.
Finalmente, sus gritos se apagaron, y ella cayó al suelo, sus ojos vacíos y su cuerpo inmóvil. Mi corazón dio un vuelco, y en un acto desesperado, me arrodillé junto a ella, sosteniendo su cabeza en mis manos, sintiendo cómo el miedo se apoderaba de cada parte de mí.
—¡Susan!—Mi voz temblaba mientras sacaba mi teléfono y, con manos temblorosas, llamaba a una ambulancia.
Los minutos que siguieron fueron un borrón de sirenas y rostros desconocidos. Me quedé en shock, viendo cómo la subían a la camilla y la llevaban al hospital, y antes de darme cuenta, ya estaba en un taxi, siguiéndolos. No podía abandonarla, no después de lo que acababa de ver. Sabía que algo oscuro se escondía en ella, algo que había estado cargando sola.
Al llegar al hospital, corrí hasta su habitación y, al entrar, me encontré con una cara familiar: su hermana, la misma chica que había visto antes.
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Una Disculpa Sincera #1 [✔️]
Romance« ¿Quién imaginaría que la chica que más odiaba Pau en el mundo terminaría siendo la que más amaría? » 𖹭𖹭𖹭 Cuando Pau se reencuentra con Susan, su antigua bully, todo su mundo se tambalea. Susan viene con una...