Una Disculpa Sincera #1 [✔️]

ESPECIAL III: Una Perfecta Navidad

Es víspera de Navidad, una época que, si soy sincera, nunca ha sido mi favorita. La mitad de las navidades que recuerdo las pasé en el orfanato, y, siendo honesta, eran horribles. En aquel lugar no es que hubiera mucho entusiasmo por las festividades, pero intentaban darnos algo para no hacernos sentir tan mal. Nos daban un pequeño regalo, generalmente una tarjeta sencilla que decía “Feliz Navidad”. Era un gesto, claro, pero siempre me quedé con la sensación de que faltaba algo.

Este año, sin embargo, quiero que sea diferente. Es mi primera Navidad en familia: con mi hija, Sullie; mi esposa, Susan; y también con amigos como Iza y Dotty. Susan tampoco tenía grandes recuerdos navideños, pero esta vez, las dos queremos que sea especial. No tengo mucha idea de cómo organizar una Navidad “de verdad,” pero estamos poniendo todo de nuestra parte. Susan va a cocinar, Iza y Dotty están a cargo de la decoración, y yo... bueno, yo ayudaré en lo que haga falta.

Ya es tarde, y dentro de poco llegarán los invitados. Estamos con prisas, tratando de terminar todo: las decoraciones, la limpieza y la cena.

—Amor, ¿ya está listo el pavo? —pregunto acercándome a Susan.

—Le falta solo un poco. Linda, ¿me haces un favor? —me dice, sonriéndome con esa mirada que siempre me derrite.

—Claro, dime.

—¿Puedes bajar al sótano y traer las mesas? —pide, todavía sonriendo.

—Ah, claro que sí. —respondo con una sonrisa y me retiro.

Pero de repente, escucho el llanto de Sullie desde el cuarto, y veo cómo Susan corre a atenderla.

—¡Sullie! ¿Qué tienes, mi niña? —pregunta con ternura.

Sullie sigue llorando, su carita frustrada por no poder expresar lo que necesita.

—¿Tienes hambre? —intenta Susan, pero Sullie sigue llorando, cada vez más fuerte.

Susan la carga y le da unas palmaditas suaves en la espalda. Finalmente, Sullie eructa y, como por arte de magia, deja de llorar, mirándola con una sonrisa de paz.