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- Tú tomaste la decisión antes y ahora ellas están eligiendo, lo siento Joaco, pero debes respetar si ellas quieren ir con él.

El ojimiel colocó ambas manos sobre la mesa del jardín y dejó caer la cabeza hacía atrás

- Diego, no puedo dejarlas ir

- Están molestas

- Y no por eso las voy a dejar ir

- Si sabes que con eso sólo se enojarán más ¿No?

- Diego...

- No, Joaquín, no te daré la razón en ésto, porque tú y yo sabemos que hiciste mal, te lo dije todos éstos años... las únicas que están sufriendo con ésto, son mis niñas, así que sí, no estás obligado a dejarlas ir, pero se condescendiente y déjalas ir, ellas volverán. Una lágrima resbaló por la mejilla del ojimiel y se la limpió cuándo escuchó la puerta abrirse

- Joaco... si no quieres que ellas vengan conmigo, no insistiré

- Promete que las traerás de vuelta...

- Lo prometo... Joaquín...- dijo en un susurro – Hay algo... Noa también quiere venir

Un sollozo escapó de los labios del omega y Emilio lo tomó entre sus brazos enseguida

- Iré a ver a los niños - dijo Diego y se metió a la casa 

Emilio trató de calmar a Joaquín  

- Yo... yo sé que es mi culpa, no debí... no...- sollozaba el ojimiel

- Tranquilo respira

- No debí mentirles y ahora me odian, mis niños me odian

- Joaco tranquilo, los niños olvidan fácil, sólo dame el día de hoy por favor y te aseguro que por la noche estaremos aquí de nuevo

- Noa no es tu responsabilidad, no te debes sentir obligado a llevarlo por las niñas

- No me siento obligado, si decido llevarlo es porque así lo quiero, porque también deseo conocerlo

- Bien...




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El día anterior

Cuándo Joaquín llamó a Emilio y le contó lo que sucedía, no dudó en ir y se presentó esa misma noche en casa de Joaquín, habló un rato con las niñas hasta que llegó la hora de dormir y ellas le pidieron que se quedase y Joaquín no se negó en la petición de sus hijas, le brindó una de las habitaciones de invitados y sus 3 hijos salieron de su habitación con mantas, cojines y peluches, Emilio no protestó cuándo los 3 comenzaron a rodearlo con todo lo que llevaban y mucho menos cuándo los pequeños se recostaron prácticamente encima de él.

¿A Dónde Vá Uno Cuándo Tiene El Corazón Roto? // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora