Joaquín sufre una de las más grandes traiciones en su vida.......El engaño de su alfa. Por ésto él decide regresar a México con el corazón roto, pero con la esperanza de encontrarse a sí mismo y empezar de nuevo. Lo que él no sabe es que dentro de é...
¨¿Puede el sufrimiento mudar de piel igual que una serpiente y dejar atrás todo aquello que está muerto para continuar adelante?¨ - Alice Kellen
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Los días corrían y no sabía si era el dolor ó la culpa. No podía reconocer en dónde comenzaba un sentimiento y en dónde terminaba el otro.
¿Fué mi culpa? ¿Y si me hubiera quedado? ¿Cómo sería nuestra vida? ¿Y sí...?
Día tras día eran preguntas con la que se atormentaba...
- ¿Más té Joaco?
- Con uno de azúcar Ni
- ¿Qué pasa Joaco?, últimamente te noto muy disperso, pueden haber pasado años, pero te conozco muy bien y sé que algo te pasa - dijo el ojiverde colocando la tasa entre las manos del ojimiel
- Emilio, aún no me ha dicho nada, no me ha preguntado nada, incluso los niños pasan más tiempo con él porque él dice que no tiene problema en cuidarlos, pero parece que simplemente no me quiere cerca
El ojiverde colocó ambas manos sobre la encimera una a cada lado y dió un fuerte suspiro
- Joaquín Bondoni Gress, ese alfa te buscó por cielo, mar y tierra, contrató gente para que dieran con tu paradero e incluso hizo viajes él mismo, todo con tal de dar contigo, de encontrarte, ¿Crees que ahora que te ha encontrado no te quiere cerca?
- ¿Entonces porqué sus actitudes?
- Joaco... él solamente te está dando espacio, está dejando que asimiles toda la información que recibiste, que tú mismo aclares tus pensamientos y que sin presiones aceptes ó no, el darle la oportunidad de volver a estar juntos
- Es que...
- Sin presiones Joaco...
- Siento que no lo merezco, todo ésto es mi culpa por no escuchar, por asumir...
- Ey Joaco, nada de ésto fue tu culpa, tú no planeaste todo lo que Karol hizo, tú jamás creíste ó sospechaste sobre lo que estaba haciendo, así que no te culpes por los errores de los demás porque pasarás la vida con cargas que no son tuyas
El omega tenía los ojos cristalizados, sin saberlo era lo que necesitaba escuchar.
Continuaron hablando aún por mucho tiempo, cosa que comenzó a aliviar la carga que el omega sentía, bien dicen que hay amigo que curan el alma, que sanan las heridas y que saben poner una tirita en el sitio correcto.
El celular del omega ojimiel vibró y al abrir la notificación del mensaje que recibió sonrió con parsimonia...
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