𝐌𝐎𝐑𝐆𝐀𝐍𝐀 𝐏𝐄𝐕𝐄𝐑𝐄𝐋𝐋 ||ᴼʳⁱᵒⁿ ᴮˡᵃᶜᵏ

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ORION BLACK
Llevaba tiempo soñando con una bruja de cabellos negros desordenados y ojos verdes tal esmeralda, El creía que era un sueño común hasta que se volvió repetitivo. La misma mujer que hablaba con el, lo comprendía y le demostraba su amor genuino.

El lord de la casa nunca comprendió por que nunca la toco en su sueño, siempre la veía a distancia, Walburga siempre le reclamaba por que el llamaba a aquella mujer con pequeños jadeos cada noche pidiéndole qué se acercara.

Su prima y esposa siempre odio el hecho de que el soñara con otra mujer, una mujer que ni siquiera conocían.

Cuando Walburga cayó enferma y la Heredera Peverell revivió de entre los muertos fue donde Orion pudo verla.
Morgana Peverell era la mujer que aparecía en sus sueños, cuando le comunico aquello a su esposa en un ataque de ira por haber atacado a Sirius a la mujer le dio un infarto y a las horas cayó muerta.

Orion se culpo al ver llorar a Regulus pero sabía que sus hijos estarían a salvo, Después de eso, soñaba con Morgana, esta vez viéndola en esa vida.

Ella lo ayudaba a criar a sus dos hijos y podía ver a dos niñas con los rasgos de ambos.

Orion creyó que fue una maldición verla tan determinada en aquella reunión proclamando su propuesta para salvar niños mágicos y fue el primero en levantarse y apoyarla.

Financiaría libros y profesores por el solo hecho de que ahora debía estar presente en el avanze completo del proyecto y eso implicaba estar cerca de Lady peverell.

El se preguntabas si lady peverell también soñaría con el y por eso le daba esa cálida mirada. Orion también se preguntaba si de todas las damas qué comenzaron a lanzarse en el momento que cremaron a Walburga, lady peverell estaba entre ellas.

De todas las cartas que llegaron hacia el cuando el cadáver no estaba ni siquiera frío, ninguna era de lady peverell, solo de brujas solteras e interesadas en su señorío.

Orion no quería que nadie más estuviera cerca de sus hijos y dudaba de que sus niños aceptaran a lady peverell.

(...)

Orion Black acepto la reunión que abraxas había organizado en la mansión malfoy, donde se encontró con personas con las que no tenía relación desde hogwarts.

Corvus Lestrange , Thadeo Nott, Henry Prince, gusta Longbottom y sorprendentemente, Fleamont Potter.

Mis amigos, los reuní por una sola razón - la mayoría allí luego de hogwarts comenzó una gran rivalidad - todos han visto la gran propuesta de lady peverell.

¿Te has enamorado de la niña, abraxas? - Orion pregunto en burla, pero sintiendo inmensos celos ya qué Abraxas había dejado la junta al lado de Morgana.

Orion era consciente de que la esposa de malfoy era una total desquiciada, pero malfoy la amaba así.

N

o digas estupideces - el hombre le dio una mala mirada - la niña tiene más mente que todos nosotros juntos, Ella propuso algo que ha sido un problema por años y los reuní para apoyarla en su siguiente propuesta - orion Frunció el entre cejo. - y antes que digas algo, charle con ella y me expreso su deseo de arreglar nuestro mundo.

Corvus lestrange bostezo - ¿de que trata, malfoy?

Eso lo explicara ella - Morgana entro en la habitación con una sonrisa y una carpeta en sus manos, Orion la observo fascinado.

Morgana entrego la carpeta y cada uno la leyó, Fleamont y Agusta fueron los primero en expresar su deseo de aliarze entre casas, Orion y Herny también ofrecieron una alianza y dieron su apoyo mientras Lestrange y Nott solo mostraron su repulsión ante tal proyecto.

Morgana se sintió decepcionada pero como Harriet lo entendió, en el futuro los hombres lobos habían matado a muchos bajo las órdenes de voldemort en estas épocas.

Orion pudo ver la decepción en los ojos de la bruja y sintió un extraño malestar.

(...)

Sirius le sonrió al verlo entrar a la sala, Regulus dibujaba en un pergamino lo que logro sacar una sonrisa en Orion, ver a sus hijos tan juntos le daba un claro calor en el pecho.

¿Donde estuviste? - pregunto Sirius volviendo a Leer el libro que Regulus le obligó a leer

Una pequeña reunión con Lord malfoy - Exclamó algo cansado, pero le dio una sonrisa a su hijo - hice una nueva alianza para cuando tomes el señorío black.

Sirius hizo una mueca - ¿algún torturador?

Una bruja - Orion murmuró - sin aparecía de torturador. - Aclaro cuando Sirius le dio una mirada.

¿Es linda? - orion asintió haciendo reír a su hijo - no aceptaste la alianza por su conocimiento lo hiciste por su físico.

El tono carmesí en las mejillas de su padre le saco una sonrisa victoriosa, Sirius y Orion era casi idénticos en muchos aspectos por más que el joven intentará negarlo.

Lady peverell tiene una gran mente - Exclamo mirando el dibujo de Regulus intentando ignorar a su hijo mayor.

Imagino que no es lo único grande - Sirius movió sus cejas de arriba abajo antes de volverse serio al ver a su Tía Druella y Su tío Cygnus aparecer por la chimenea.

Niños - Orion se levantó serio - vayan a su habitación y solo salgan cuando vaya por ustedes - ambos caminaron dándole a sus tíos una mirada asesina. - ¿qué hacen aquí?

Debes casarte, Orion - Druella murmuró con una sonrisa burlesca - sin una esposa y una madre para tus niños, mi esposo puede quitar tu titulo de lord, Quitarte tu  señorío y a tus hijos..

No pueden - Cygnus le entrego a su hermano unos papeles con la última voluntad de Walburga firmado como un juramento de lady magic.

Yo, Walburga black recurro a la vieja magia para pedir un pacto, Mi esposo deberá conseguir en un lapso de tres semanas una esposa y madre para nuestro hijo en caso de mi muerte, en caso de no encontrarla, Quitar su magia, su señorío y a los niños.

Pacto de sangre firmado
por la magia antigua

Orion gruñó como un auténtico Animal, Su cuñada y primo le habían dando el aviso a solo tres días de cumplir las tres semanas de muerte de Walburga, esa arpía sabía lo que hacía cuando confío en Druella.

Walburga aun muerta seguía jodiendo su existencia y encargándose de hacerle imposible la vida.

Te dejamos para que busques una esposa, Debes estar casado para mañana en la noche o todo lo que amas te será arrebatado - Orion tenía muchas, pero muchas pretendientes pero ninguna le interesaba y no estaba dispuesto a llevar esas alimañas a su casa.

Debía darse prisa.