Capítulo 2: química tras la pantalla

166 29 1
                                    


Dos días después de grabar la última escena para "Long past down", Volkov ya tiene un papel protagonista en otra película.

Alanna se lo cuenta a él, y él a Horacio. Es la única persona a la que le cuenta ese tipo de cosas, además de a su hermana.

—Te viene bien grabar esta película —aconseja Horacio, porque Volkov se muestra un poco reticente. El papel que tiene que interpretar no se parece a todo lo que ha hecho hasta ahora—. Cuando salga la nuestra y a todo el mundo le encante va a ser bueno para tu carrera que la gente sepa que te va a ver pronto en otra.

Están sentados en el sofá del apartamento de Volkov. Horacio hojea por encima el guión de la nueva película de Volkov.

—Tienes razón —admite. No puede evitar sonreír al añadir:— Espero que sigamos con esas clases aunque hayamos terminado de grabar.

Horacio también sonríe.

—Yo sé que no puedes hacer nada sin mi ayuda, así que sí —alcanza el vaso de vodka de la mesita y le da un trago. Celebran haber terminado de rodar la película, pero ni siquiera pueden descansar un par de días antes de estar envueltos en otro proyecto. Es el precio de la fama—. Además... me caes bien de verdad. Pasaría tiempo contigo además de nuestro trato.

Volkov no sabe qué contestar. En esos dos meses, Horacio ha sido el único amigo que ha hecho. Aún así, su relación es rara. Extrañamente íntima, a su parecer. No se siente como otras amistades que ha tenido en el pasado, en la adolescencia, y probablemente sea por el contexto.

Al principio, hacerse su amigo era lo que necesitaba para tener a alguien que le ayudara con su actuación, para salir de vez en cuando con otro nombre conocido por el público. Aún recuerda los artículos que salieron a la luz las primeras veces que salieron juntos después de conocerse, haciendo alusión a las nuevas amistades de Horacio en la ciudad.

Ahora... es distinto. No va a admitirlo, tal y como Horacio acaba de hacer, pero sí que quiere estar con él por quién es y no por lo que puede sacar de él. Le agrada pasar tiempo juntos, le gusta como persona y confía en él para contarle las cosas. Dos meses dan para mucho. Han sido muchos pequeños detalles.

Horacio nunca ha hablado con la prensa de él, nunca ha usado su nombre para conseguir exclusivas. Y, siempre que le ayuda, lo hace de manera sincera y dedicada. Está las horas que haga falta, sin cansarse, ayudando a Volkov a pulir su actuación. En ese tiempo ha mejorado significativamente, todo gracias a Horacio.

Vuelven a quedar al día siguiente, para empezar a ensayar. Horacio también ha conseguido rápidamente otro papel para otra película, pero prioriza ayudar a Volkov.

—Imagínate que eres... yo —aconseja Horacio. Volkov lo mira con una sonrisa incrédula—. ¿Qué? El personaje se parece más a mí que a ti.

Volkov nunca ha tenido un papel parecido, y por eso le cuesta tanto. Su personaje es seguro de sí mismo, sarcástico y seductor. Encaja a la perfección en el tipo de papeles que está acostumbrado a interpretar Horacio, pero no se parece en nada a lo que ha hecho él hasta el momento.

Horacio se da cuenta, a los pocos minutos de haber empezado, que a Volkov le va a costar mucho más que de costumbre.

—No puedes decírmelo como si estuvieras muerto por dentro —dice, sentado en la encimera de la cocina y con el texto en las manos. Volkov está de pie frente a él, mordiéndose el labio inferior por la ansiedad de no conseguir hacerlo bien desde el minuto uno—. Se supone que te gusto, que... tenemos química.

El ruso asiente con la cabeza. Horacio piensa que si sigue mordiéndose el labio va a hacerse sangre, pero no le dice nada.

—No sé si voy a poder —dice Volkov, con un hilo de voz. Horacio frunce el ceño y baja de la encimera de un salto para acercarse a él.

Cornelia Street [Volkacio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora