Capítulo 4: mentiras y rumores

164 23 0
                                    

—Corten —Volkov sale del personaje nada más escuchar la palabra mágica. Suelta a Carrie y se aleja en busca de una botella de agua, mientras el director le comenta algo por lo bajo a Alanna. Volkov mira disimuladamente y la ve sonreír, así que se siente aliviado.

Las clases de actuación con Horacio están dando sus frutos, aunque últimamente empleen el tiempo a solas de manera distinta.

Escucha unos pasos detrás de él, y se da la vuelta mientras bebe un trago de agua. Carrie se dirige hacia los camerinos, dedicándole una sonrisa sincera de camino. Volkov sigue con la mirada sus rizos pelirrojos y, aunque duda, acaba decidiendo ir tras ella.

—Carrie —la llama, cuando están a solas—. ¿Qué tal estás?

—Pues... muy bien. ¿Y tú? —se nota que la pregunta la toma desprevenida, pero sabe mantener la compostura, se lo han enseñado desde pequeña. Es evidente que tiene más cosas en común con Horacio que con él, porque sus padres también se dedicaron a la actuación, y ella lo tuvo fácil para seguir sus pasos.

—Genial —miente. Está muy nervioso, y quiere acabar esa conversación cuanto antes—. Quería saber si te apetecía tomar algo esta noche. Estaba pensando en ir al Schawb's.

Si ella sospecha de sus intenciones al querer llevarla a la cafetería más frecuentada por famosos y paparazzis de Los Santos, no dice nada. En su lugar, sonríe y asiente con la cabeza.

—Claro que me apetece —le brillan los ojos y a Volkov se le revuelve el estómago por estar haciéndole eso, por usarla así. Se dice a sí mismo que es lo que tiene que hacer, que a veces es necesario usar a los demás si el beneficio vale la pena.

—Pues... puedo ir a buscarte a las ocho —Carrie vuelve a asentir. Volkov rehuye su mirada.

—Vale. Nos vemos esta noche —Volkov se muerde el labio inferior mientras ella se despide.

Cuando se queda solo, suspira. Lo que está haciendo es horrible, pero es necesario. Si empieza a salir públicamente con Carrie, nadie sospechará que Horacio y él son más que amigos. Para empezar, porque estarán demasiado centrados en ese cotilleo como para querer buscar algo más. Y, además de eso... porque si lo ven saliendo con una actriz preciosa y encantadora nadie sospechará que quien le quita el aliento es su mejor amigo.

Su relación con Horacio lleva un tiempo... rara. Bueno, la realidad es que siempre ha sido rara. Pero después de su primer beso se ha complicado más aún. Han pasado diez días desde ese momento, y todavía no tiene nada claro: no sabe lo que siente, lo que debería hacer o lo que son Horacio y él. Pero sabe que están bien juntos, que se complementan a la perfección y que confía en él más que en nadie.

Y sabe que tienen una química, física y sentimental, innegable.

Cuando llega a casa Horacio lo está esperando. Le ha dado una copia de sus llaves para que pueda ir cuando quiera, aunque él esté grabando, y el servicio de limpieza se ha acostumbrado a su presencia. Saben que se lleva muy bien con Volkov, pero no sospechan nada porque nunca se queda por las noches y porque siempre los dejan a solas para que puedan ensayar sin ser molestados.

Ya se han ido cuando Volkov llega, así que están solos. Horacio lo espera tumbado en el sofá, vestido con la ropa interior y una camiseta vieja. Sigue a Volkov con la mirada cuando él pasa de largo para subir las escaleras hacia el dormitorio.

—Priviet —saluda. Horacio no contesta, pero se levanta y lo sigue.

—¿Qué tal el día? —pregunta, ya en su habitación. Cierra la puerta y se apoya en ella mientras Volkov, de espaldas, se quita la ropa.

Cornelia Street [Volkacio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora