Me siento como una mierda. No puedo creer que me haya dejado atrapar. Perdí el control cerca de él, siempre queriendo tocarlo y estar cerca de él. Fue una imprudencia. Y ahora, lo he puesto en peligro.
Estoy muy enfadado conmigo mismo y con Kennedy.
Antes de irme, la sorprendo en el aparcamiento. Parece furiosa, con los ojos entrecerrados cuando me acerco. Pero me importan un carajo sus sentimientos.
—Tenemos que hablar.
—No, no tenemos que hacerlo—. Sus ojos recorren el aparcamiento, como si temiera que alguien nos viera juntos. —Me das asco—dice en voz baja.
—Lo que sea. Sólo necesito saber que no dirás nada de Jin. Difunde todos los rumores que quieras sobre mí en el instituto, pero no le metas a él.
Me mira fijamente. —¿Te lo follabas cuando estábamos juntos? ¿Tengo que hacerme la prueba?
—Debes hacerte la prueba después de una ruptura, no importa lo que sea—. Dios sabe que lo hice. —Pero no. Nunca te engañé.
—Ni siquiera me importaría si fuera con una chica... pero Jesús—. La ira se dispara en mi pecho ante su asquerosa intolerancia. No puedo creer que haya salido con ella, que sus labios hayan estado en los míos. Mierda, me siento manchado.
—No digas ni una palabra sobre Jin. ¿Me oyes? Ni. Una. Palabra—. Fui tan imprudente, y dejé que nos atraparan. No puedo dejar que le hagan daño. No puedo dejar que su secreto salga a la luz cuando él no quiere. Especialmente cuando está tan cerca de salir de aquí.
—Tampoco quiero que nadie lo sepa. Créeme—. Lo dice con disgusto, pero también me doy cuenta de que habla en serio, probablemente con miedo al escándalo.
Mierda, quizá Jin tenga razón sobre esta ciudad.
Mierda, Jin. Tengo que ir a verlo y hablar de esto. He estado tan preocupado por él y sintiéndome tan malditamente culpable, que apenas pude funcionar ayer. Me quedé dormido con la ropa puesta y no configure el despertador porque estaba muy alterado.
Nunca hago esa mierda. Me encanta despertarme y venir a la escuela. Pero me aterrorizaba que Kennedy abriera la boca, y que yo llegara a la escuela y viera a Jin desmoronándose. No puedo soportar la idea de que le hagan daño.
Conduzco hasta su casa y llamo a la puerta principal. Lucy contesta, saltando a mis brazos, y me rio porque es muy linda.
—¿Dónde está tu hermano?
—Aquí mismo—responde su voz grave mientras entra en el salón. Cierro la puerta tras de mí, adentrándome en la casa, pero sus ojos son oscuros. Parece molesto, y se me aprietan las tripas, sabiendo que yo soy la razón.
—¿Podemos hablar un momento?— Pregunto con esperanza, sabiendo que probablemente no deberíamos hablar de esto cerca de Lucy.
Asiente una vez y se vuelve hacia Lucy. —¿Puedes ir a jugar a tu habitación un rato?
Parece que quiere discutir pero luego se encoge de hombros. —De acuerdo—. Ella corre por el pasillo hacia su habitación, y yo camino hacia Jin, tomando su mano en la mía, pero él la aparta.
Mierda, está enfadado conmigo.—Jin, lo siento mucho.
—Mira, está bien—. Mantiene su voz baja con sus ojos en el pasillo, probablemente asegurándose de que Lucy está en su habitación, y luego de vuelta a mí.—No eres gay. Entiendo que te preocupe que piensen que lo eres.
—¿Qué?— Estoy confundido. —No me preocupa eso.
—Está bien. De verdad. Lo entiendo. El instituto es brutal.
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My best friend, my world
RandomAdaptación hecha al Kookjin, pero contiene un poco de versatilidad, es el primer libro de esta serie, es por eso que lo vuelvo a publicar ya que estaré publicando el segundo y tercer libro, aunque pueden leerse por separado, es mejor seguir el hilo...