O'Neal VS Cooper© ✔️

Capítulo 8

!!!ADVERTENCIA DE SPOILER!!!

Si aún no te lees la saga de Price y la de Lenta no comiences a leer esta historia
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Lia se ha sacado el vestido y solo lleva las bragas de encaje que tanto me gustan. Por un momento la miro pensativo, hace tiempo que no veía esas bragas de encaje.

—Creo que las damas me llevan la delantera en cuanto a vestuario. —murmuro mientras observo a las dos mujeres de la habitación.

Ambas sonríen. Me saco la camisa y los zapatos y después camino en dirección a Lia.

—Lia, esta es Lena—las presento.

Las dos mujeres se miran. Lia la examina de arriba abajo y no me pierdo ni un solo detalle de su rostro. Ella mira a la mujer con deseo. Esto jamás me lo hubiese imaginado.

—Tengo que admitir, estoy nerviosa—murmura Lia mientras aparta su mirada de la sumisa y me mira a mí. —. Hace mucho tiempo que no hago esto.

—¿Necesitas un masaje? —inquiero mientras ella sonríe. Sé que eso la relajaría.

Ella niega con la cabeza y da un paso hacia la sumisa. Le da la vuelta y comienza a soltar su trenza.

—Me encanta tu cabello. —murmura mientras lo deja caer en su espalda. Debo decir que su cabello es hermoso, con ligeros rizos y muy brillante.

—Muchas gracias. Mi amo es muy cuidadoso con él.

Lia desliza ambas manos por su cuello y la acaricia con suavidad. Baja las manos por su clavícula y después por sus brazos y puedo ver como a la mujer se le escapa un gemido. Creo que mejor me siento a observar. Quiero ver de que es capaz Lia.

Da la vuelta y se detiene frente a ella. Las dos mujeres se miran a los ojos.

—¿Alguna vez has hecho algo como esto? —Lia le pregunta a la mujer—. Si no te sientes cómoda con que hagamos algo así, me puedes decir.

—No hay problema. Soy bisexual.

Puedo ver la expresión de Lia cambiar ahora a una de sorpresa. Creo que no se esperaba esa respuesta. Pero entonces la veo sonreír. Acerca su rostro al de la sumisa y le acaricia la mejilla. Su boca va hacia su oído y su cuello mientras una de sus manos va hacia uno de sus senos el cual comienza a acariciar. Miro hacia mi pene que se acaba de poner mucho más duro dentro de mis pantalones. Lo acomodo un poco sin dejar de ver como mi futura esposa hace algo que nunca creí que la vería hacer.

Su boca abandona su cuello y deja de acariciarla. Entonces ambas mujeres se giran hacia mí. Las dos me miran como leonas a punto de saltar sobre su presa. Caminan en mi dirección y cada una me toma por una mano para ponerme de pie. Las dos hacen lo mismo casi de forma sincronizada. Sostienen mi mano y la otra la suben por mi brazo hasta mi hombro. Tiran de mí y me hacen caminar hacia el centro de la habitación.

Ambas sueltan mi mano y entonces las llevan hacia mis jeans zafándolo entre las dos y después deslizándolo por mis piernas junto a mi boxer. Jamás he estado tan excitado en toda mi vida. He hecho esto en muchas ocasiones, pero jamás las mujeres se habían dedicado a mí, siempre fue a la inversa.

Las dos mujeres se ponen de pie mientras yo doy un paso lejos de la ropa. Deslizan la mano por mi abdomen y rumbo a mi cuello. Ambas acercan su boca y me besan, cada una a un lado. Mientras besan mi cuello, sus manos vuelven a descender por mi torso hacia mi erección. En cuanto siento sus manos acariciándome dejo escapar un gemido. Estas mujeres me desconciertan y hacen que mi respiración se acelere. Bajo la vista hacia mi erección, ahora cubierta por sus manos.