"Dicen que todos tenemos derecho a tener una vida perfecta, pero qué aburrido sería si en realidad fuera así, ¿no? Desde que naces crees que tus padres son las mejores personas del mundo, que nunca te faltarán, que mientras estés a su lado nada malo...
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Charlotte's POV
Desde que había visto a esa chica en el centro comercial aquella tarde, nada había sido normal para mí. Tenía ojos color verde igual a los míos y piel blanca así como Meredith. Eran tan parecidas que no pude evitar pensar en mi pequeña Chloe, de seguro hubiera sido muy parecida.
-Mami, ¿estás llorando?- me preguntó mi hija. Sin querer y sin darme cuenta había dejado que una lágrima se me escapara.
-Claro que no pequeña, mami está agotada.- contesté. Estaba haciéndole su peinado favorito, una trenza francesa, porque siempre le gustaba estar arreglada. Se parecía tanto a mí, y a esa chica. No podría dejar de pensar en eso. Cuando finalmente terminé su peinado coloqué un pequeño moño al final de su largo cabello rubio. De pronto escuché el sonido del teléfono que provenía de la cocina e inmediatamente fui a atender.
-¿Hablo con la señora Charlotte McGraw?- preguntó la voz de una chica detrás del teléfono.
-Así es, ¿con quién hablo?-
-Soy la enfermera Hanna Reed. Señora McGraw, lamento lo que le diré pero tiene que venir al hospital Hope Stace de inmediato.- al escuchar ese nombre se me heló la sangre, allí habían sucedido muchas cosas, allí había muerto Chloe.
-¿Por qué motivo?- inquirí.
-Son noticias sobre su hija, Chloe.- No podía creer lo que esta señora me estaba diciendo.
-¿Qué clase de noticias? Es imposible, ella murió hace casi 18 años.- una lágrima comenzaba a salir por mi ojo izquierdo, eso significaba que más vendrían en camino.
-No es así señora- suspiró la enfermera -ella está viva.- concluyó. Tuve que tomar fuerzas para no desmayarme en ese momento. Colgué el teléfono como pude y me dejé caer sobre mis rodillas al piso. Comencé a llorar, a desahogarme, a sacar el dolor que por años había tenido. ¡Ella estaba viva!
Tomé mi bolso, llamé a la niñera de Meredith y agarré las llaves del carro que se encontraban en el llavero pegado a la pared a un costado de la puerta.
-Cielo, mami y papi deben salir, pero Holly no tarda en venir para cuidarte y jugar contigo, pórtate bien ¿sí?- le pedí a mi hija, ella asintió tranquilamente -Te amamos.- la besé en la frente.
-¡James, nos vamos!- grité por las escaleras esperando que mi esposo escuchara, y afortunadamente lo hizo porque bajó corriendo mientras aún se abrochaba su camisa.
-¿A dónde vamos?- preguntó desconcertado bajando los escalones hasta quedar a mi altura, al notar que estaba llorando me abrazó- ¿Qué pasa amor?
-Nos vamos al hospital donde murió nuestra hija, o eso creía.- contesté firmemente.
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Al llegar veíamos a doctores apresurados, enfermeras corriendo con papeles y pacientes necesitando ser atendidos por todos lados. Típico de un hospital. Nos acercamos a una enfermera ya grande que estaba detrás de un escritorio redondo dejándola sin espacio para salir, imaginé que era como la recepcionista.
-Hola, disculpe, nos llamaron para aclarar unos asuntos de nuestra hija.- le explicó mi esposo.
-¿Cuál es el nombre de su hija?- preguntó sin siquiera dirigirnos la mirada, al parecer estaba muy atenta al monitor que estaba frente a ella y no dejaba de presionar teclas rápidamente.
-Chloe McGraw.- respondí. Al escuchar mis palabras la señora dejó de escribir y giró la cabeza hacia nosotros examinándonos y tratando de aprenderse cada una nuestras facciones.
-No puede ser.- soltó en un susurró. De pronto se puso de pie y en un movimiento rápido tomó el micrófono que estaba a su derecha mientras decía unas palabras que se escuchaban por todo el hospital -Atención personal- comenzó diciendo lo que provocó que varias enfermeras se quedaran paradas y voltearan a verla -favor de avisar al doctor Marshall que se solicita su presencia en recepción con suma urgencia. -hizo una pausa mientras yo trataba de procesar todo lo que había dicho -Los McGraw están aquí.- al terminar se escucharon murmullos, algunas exclamaciones de sorpresa y el personal comenzó a andar rápido por los pasillos. ¿Por qué se comportaban así? ¿Qué estaba pasando?
-Buenas tardes.- se escuchó una voz detrás de nosotros, nos giramos y nos encontramos con un doctor de alta estatura, con cabello negro y una barba del mismo color, se notaba joven pero claramente no lo era. -Señores McGraw, soy el doctor Marshall, síganme por favor.
Lo seguimos hasta una habitación por el pasillo pero mientras caminábamos todos nos miraban y aún no sabíamos por qué. La habitación era pequeña, como una sala de espera privada con solo dos sillones, ambos para tres personas. El doctor se sentó en uno y mi esposo y yo en el que estaba enfrente.
-Doctor, le habían dicho a mi esposa que tenían un tema urgente del cuál hablar, sobre nuestra hija más bien.- comenzó a decir mi esposo.
-Así es señores. Es un tema muy difícil de tocar luego de todo lo que han pasado, pero es necesario. Verán, hace 17 años, casi 18, nacieron dos niñas el mismo día pero de madres diferentes, se llamaban Brooke Carrington y Chloe McGraw. Venían muy sanas hasta que una de ellas se puso muy mal, al parecer los pulmones de Brooke no funcionaban bien y esa misma noche falleció. Se le encargó a la enfermera que había estado a cargo de las bebés dar a conocer la noticia a sus padres. Todo iba bien, hasta que los papeles se revolvieron y se cambiaron las familias, por lo que se entregó a Chloe McGraw con la familia Carrington creyendo que era su hija Brooke y que ella estaba viva. Y por lógica, dándoles la noticia a ustedes que su hija Chloe había fallecido, cuando en realidad ha estado viva todos estos años, solo que no con ustedes, si no que con una familia equivocada.
No podía creer lo que estaba diciendo. Todos estos años sufriendo por su muerte cuando en realidad ella estaba viva, solo que lejos de nosotros. Todo por un error del hospital. Pero lo importante era que todos los años de angustia al fin habían llegado a su fin.
-¿Y dónde está nuestra hija ahora? ¿Podemos verla?- pregunté desesperada por verla, por conocerla, por saber que estaba bien.
El doctor arrugó un poco la cara y torció la boca, por lo que supe que no daría buenas noticias.
-Chloe está desaparecida.- fue todo lo que dijo antes de que yo rompiera en llanto. Suficiente tenía con haberme perdido los primeros 17 años de mi hija y ahora saber que ni siquiera había rastro de ella me hacía sentir que estaba muriendo por dentro.
¿Dónde estaba mi hija?
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ADELANTO
En el próximo capítulo...
La familia Carrington se encontrará con la familia McGraw y el capítulo se llamará "Al borde de la muerte". ¿Qué creen que sucederá? -Dedicaré el próximo capítulo al comentario más creativo o al que más se le acerque- ¡Inserten aquí sus comentarios! ♥
Fecha de publicación capítulo 23: 03 de Julio del 2015.
Gracias por sus buenos deseos de que me mejorara, y en realidad no era nada grave jajaja pero muchas gracias por el apoyo ♥ Y a las que me desearon suerte en los exámenes, muchas gracias igual, no me quisieron exentar varias materias porque tenía ¡un jodido 9! Y un profesor no me quiso exentar con 7... ¡Profe 10+10+7/3 da 9, aún exenta! Peeero, ya se puede ir a la m*erda la escuela porque ¡ya son vacacioneeeees! *Hace una fiesta*
