"Dicen que todos tenemos derecho a tener una vida perfecta, pero qué aburrido sería si en realidad fuera así, ¿no? Desde que naces crees que tus padres son las mejores personas del mundo, que nunca te faltarán, que mientras estés a su lado nada malo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
*7años después*
-Abuelita, ¿dónde están mis papás? Tiene días que no los veo.- preguntó la niña de ojos verdes que jugaba con sus muñecas en un rincón.
-Mi pequeña Brooke. Mami está por darte una nueva hermanita.- contestó la señora que estaba tejiendo un suéter, a la vez que le regalaba una sonrisa tierna y cálida a su nieta.
-¿Mi nueva hermanita está por llegar? ¡Ya la quiero ver!
La pequeña se paró inmediatamente dando pequeños saltos de alegría ante tal noticia.
-Calmada cariño, ya no tardan en venir. Pero te diré una cosa, cuando la manecilla pequeña del reloj marque las tres, y la grande esté en doce, significa que tu nueva hermanita vendrá.
Brooke, ante tal consejo, tomó en sus manos el reloj de la cocina y se lo llevó con ella esperando ansiosa la llegada de su hermanita, Rosette, pero le dirían de cariño Rosie.
Pasadas unas horas, las manecillas se colocaron en la posición que había dicho la viejecilla. Por lo que Brooke salió corriendo a la puerta y justo en ese instante sonó el ruido de unas llaves tratando de abrir la puerta. La pequeña salió corriendo y le abrió la puerta a sus papás.
-¿Dónde está? ¡La quiero ver! ¿Dónde esta mi nueva hermana?
Los señores Carrington no pudieron reprimir sus sonrisas ante tal entusiasmo de su hija mayor de 7 años.
-Shh, guarda silencio princesa. Rosie está durmiendo.- dijo su padre mientras dejaba el portabebé en un sillón de la sala.
Brooke se acercó para que conocer a la nueva integrante de la familia Carrington. Su mamá le dio un tierno beso en la frente a Brooke como señal de cariño y quitó la manta que cubría el portabebé.
Unos enormes ojos azules quedaron viendo a las tres personas que estaban sobre ella e inconscientemente sonrió. Brooke, al ver a su pequeña e indefensa hermana, se conmovió tanto que desde ese día hizo la promesa de cuidarla y acompañarla en todo momento de su vida. Ella estaba muy feliz por su llegada y no dejaba de imaginarse todas las cosas que harían juntas.
Pero pronto recordó algo que le habían dicho en su primaria, algo que la hizo sollozar un poco.
-¿Pero qué pasa princesa?- le preguntó preocupado su padre.
-Me dijo Mariana que ahora querrán más a Rosie que a mí- comenzó a sacar más lágrimas por sus hermosos ojos verdes.
-Esa es una gran mentira, las querremos a ambas por igual. Aparte siempre recuerda que tu papi y yo te amaremos. Para siempre, pase lo que pase. Y no dejaremos que nadie ni nada te aparte de nosotros ni acabe con este amor que te tenemos.- su mamá le dio un enorme beso en su cabecita a su hija.
Brooke pensaba que tenía a la mejor mamá del mundo. Era su heroína, pero, ¿qué pasaría cuando se enterara de que ella en realidad no era su madre?
