Capítulo 12

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Hola, amores :) Me encanta este capítulo, espero que os guste. En multimedia tenéis la canción con la que estoy obsesionada esta semana <3

Capítulo 12

Eran las ocho y cuarenta de la mañana cuando se despertó y su primer pensamiento fue muy claro: «¿Dónde estoy?». Sandra miró a su alrededor, algo desorientada aún, y suspiró al encontrarse tumbada en uno de los sofás del salón de Nando. Tardó varios segundos en recordar que no era allí donde se había dormido, no. Una sonrisa se extendió por su rostro tan pronto como su mente evocó la noche pasada, cuando ella se había dormido en la cama de Krystian mientras veían una película. Él debía de haberla llevado al sofá en mitad de la noche... eso significaba, entonces, que la había cargado entre sus brazos.

Sandra se desperezó antes de levantarse del sofá. No se oía ningún ruido en la casa, aunque asumía que Nando ya habría regresado y se encontraría en su habitación... probablemente por eso Krystian la había llevado al sofá, para ahorrarse preocupaciones. No recordaba una mañana más feliz en años, ¡el día anterior había sido un sueño!

Caminó hacia la cocina y encendió la cafetera mientras trataba de revivir su teléfono móvil, muerto hacía varias horas por falta de batería. Seguramente su madre estaba preocupada, no le había avisado de que se quedaría a dormir allí... Sandra sabía que tenía que irse de la casa, por lo que se sirvió una taza de café y se la bebió con rapidez, confiando en que eso la ayudaría a despejarse por completo. Cuando de nuevo se calzó sus zapatos, deseó haber cargado también su cepillo de dientes consigo, pero tendría que esperar a llegar a su casa para llevar a cabo la rutina de higiene diaria. Por el momento, solo le quedaba sacar sus diez euros de emergencia de la cartera y llamar a un taxi que la acercara a casa.

Se preguntó mil veces si debería despedirse de Krystian antes de salir. Imaginaba que se encontraba en su habitación, pero no quería despertarlo... aun así, la mataban las ganas de verlo. ¡Lo de la noche anterior había sido intenso! Primero se habían peleado y después ese abogado había aparecido en la casa, dejando a Krystian hundido... Casi había esperado que la echara de su habitación cuando ella apareció con las dos tazas de chocolate caliente, casi... pero no lo hizo y eso era una señal: Krystian no sentía nada por ella, aún, pero lo haría algún día, lo tenía claro.

Quizás era la ingenuidad de los veinte años o la inmensa fe de una joven que ha pasado enamorada de alguien la mayor parte de su vida, pero Sandra estuvo segura en ese momento de que, si lo intentaba, conseguiría ganarse el corazón de Krystian. Y ella iba a luchar, lo tenía claro, contra todo lo que hiciera falta.

Agarró su mochila y salió de la casa de su hermano cerrando la puerta de madera y con una inmensa sonrisa dibujada en el rostro. Por primera vez, Sandra estaba convencida de que las cosas iban por el buen camino.

***

Cerró la puerta con cuidado, tratando de no hacer ruido, y se coló dentro de la casa, pisando el suelo tan sigilosamente como pudo. Tenía sueño y sentía que debía ducharse y ponerse el pijama cuanto antes, pero a la vez se preguntaba cómo podría ser capaz de dormirse con tantos sentimientos intensos bullendo en su interior. Todavía recordaba la sensación que le provocaba el calor del cuerpo de Krystian junto al suyo. Ahora sabía cómo era dormir con él y solo podía imaginar una y otra vez cómo sería despertar a su lado... y no después de haber pasado la noche durmiendo, precisamente.

Sandra solo había tenido un novio relativamente serio antes, aunque hacía ya casi un año de eso. Oliver era amigo de Poncho y se habían conocido en una fiesta hacía bastante tiempo. Era un malote de manual, pero al menos tenía su edad y sus padres habían preferido no meterse, así que nunca le habían dado una opinión realmente honesta y abierta acerca de su relación.

Cada centímetro de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora