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Parte 1

Zee era un imbécil.

Apretó el borde del lavabo, incapaz de sostener su mirada frente al espejo, el agua corriendo mientras soltaba el aire que estuvo conteniendo. Se maldijo en voz baja al ver a Nunew otra vez frente a él, roto y llorando, sabiendo que el culpable de eso era él. Sólo él y nadie más.

Las cosas horribles que dijo se repitieron en su mente y humedeció su rostro con fuerza, como si de esa forma pudiera alejar todas sus palabras.

Santo dios, ¿cómo fue capaz de soltarle todo eso y humillarlo de vil forma, tocando allí donde más le afectaría?

Como si Zee pudiera mandarlo a la cárcel. Como si Zee se quedara tranquilo sabiendo que su omega, su bebé, su vida entera, no estaba con él.

Nunew no lo sabía porque Zee no se lo demostraba, pero realmente estaría perdido sin él, sin tenerlo a su lado, siendo un estandarte para mantenerlo firme en todo momento. Nunew era más que su omega, lo supo desde que lo marcó, era prácticamente su compañero de vida, y Zee lo hirió en lo profundo del alma, lo supo por el enlace débil que estaban compartiendo en ese momento.

¿Con qué cara podría mirarlo ahora? ¿Cómo sería capaz de sostenerle los ojos sin sentir vergüenza alguna?

"Perdón. Perdón", quería soltarle mientras lo abrazaba y consolaba, pero tenía claro que eso era mostrarse débil con su pareja, y esa jerarquía que durante tanto tiempo aprendió iba a desmoronarse de golpe. Ese lugar que aprendió a base de golpes y caídas.

Toda esa vida familiar que construyó con tanto esmero estaba cayéndose, como un castillo de arena siendo cubierto por furiosas olas de mar. Su omega sentía miedo, miedo, por él, mientras sus hijos le veían ya no como el alfa de la casa sino como un desconocido.

Quizás siempre lo fue. Quizás nunca fue un verdadero padre para ellos, porque se dio cuenta que los cachorros sólo tenían ojos para Nunew, siempre buscándolo por cariño, por atención, el omega nunca negándoles nada.

A él tampoco le negaba nada, no hasta semanas atrás, cuando todo comenzó a derrumbarse.

Ni siquiera sabía de dónde sacó todas esas palabras que le dijo a Nunew, de pronto estuvieron en su boca y las soltó sin pensarlo, el único pensamiento que estaba en su mente era el de la amenaza de su omega.

Irse con los cachorros. Abandonarlo.

Esa idea lo aterraba a más no poder, ¿qué haría él sin Nunew? ¿Sin su familia? Zee no podía soportar esa idea.

Tomó aire otra vez, saliendo del baño y decidido a arreglar el tenso y triste ambiente que rodeaba su hogar.

🐺🐱

Lian lo encontró llorando.

Nunew siempre procuró quebrarse a escondidas de todo el mundo, porque no le gustaba que se preocuparan por él, pero ahora no pudo aguantarlo, no cuando la humillación y amenaza que Zee le hizo estaba marcada en su piel como un hierro a fuego vivo.

Estaba abrazado en el suelo de la cocina, cubriendo su boca con su mano para aguantar los sollozos, cuando la puerta se abrió de pronto y su hijo mayor apareció.

- ¿Mamá? -preguntó con sorpresa.

Frotó sus ojos rápidamente.

- E-estoy bi-bien -tartamudeó apenas, sacudiendo su cabeza -, sólo...

Se sobresaltó cuando Lian se arrodilló ante él y lo abrazó de golpe, sus ojos llorosos, aferrándose a él con fuerza. Nunew le devolvió el abrazo, titubeante, su cabeza doliendo por todo el llanto.

🐺FOUR SEASONS🐱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora