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Tae desde sus 15 años ya era independiente, no venía de una familia rica pero mal no vivían; trabajaba en una cafetería atendiendo a los clientes y a veces atendía las mesas dentro del local; era agotador hacer de las dos cosas pero solo así podía ganar algún dinero extra
El día estaba tranquilo y como de costumbre para matar el rato Taehyung se ponía a limpiar las pocas mesas libres que estaban dentro, concentrado en su trabajo tuvo que dejar de hacerlo cuando sonó la Campanita de la puerta avisando que había llegado un nuevo cliente, en su desespero por atenderlo rápido antes de llegar tropezó con sus propios pies y este casi iba a dar con la cara al piso si no es por el chico que lo sostiene con cuidado para no caer, a Tae el corazón se le aceleró de una manera que sentía que en algún momento se le saldría del pecho
-Lo... yo lo siento mucho-Tae se disculpaba con aquel chico alto, estaba sonrojado como un tomate por lo cerca que estaba de su rostro-
Era muy lindo y tenía una mirada muy cálida para su porte de chico rudo, su olor era algo exquisito su aroma era como a fresas y a Tae le encantaban las fresas, recuperándose del susto, se acomodo su ropa y su delantal y procedió a tomar el pedido del chico.
-Tae mantenía su mirada fija al computador, tenia vergüenza y el contrario solo se reía-puedo tomar su pedido ¿que desea para llevar?
- Quiero un Mocca helado por favor-le señala el cartel-
-entendido-dice Tae y se da vuelta para ir a prepararle el café a la persona que aun no se atrevía a preguntarle su nombre- bueno, serían 850 pesos-
-aca tiene y no necesito el cambio-le da dos billetes de a 1000 pesos y Tae se sorprende, cuando tomó el dinero sin querer sus manos se rozaron y Tae la quito de inmediato- si me lo regresas no los aceptaré-Tae asiente-
-¿quiere que le ponga nombre a su vaso—Tae estaba nervioso, el chico lo ponía así-
-si quiero, ponle-lo piensa- Min Jung Kook, el amor de tu vida-se ríe y a Tae se le incendiaron más las mejillas en un color rojo y levantó su mirada para vero después de no querer mirarlos a los ojos-
Lo examino bien para ver si estaba bromeando pero no, este mantenía una sonrisa en su rostro y con un asentamiento de cabeza le dio seguridad y Tae procedió a escribir "Min Jungkook el amor de tu vida" para entregarle su vaso
-listo, acá tiene su orden que la disfrute y que tenga lindo día-Jungkook tomó su café y salió de aquel lugar con una sonrisa en su rostro, que a verlos sus hermanos no paraban de hacerle bromas-
Después de ese incómodo momento, pasaron los días y algunos meses; Jungkook comenzó a frecuentar más seguido aquella cafetería y no precisamente para ordenar el mismo café de todos los días, a Tae le extrañaba que siempre estuviera pasando por allí ¿para verlo a él? Ya eso era fantasear mucho. Jungkook como sea pudo ganarse la confianza de Tae y este debía admitir que Min era muy coqueto, hablaban todos los días hasta llegaron a intercambiar sus números telefónicos por si algún día no pudieran verse.
