Epílogo

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Ahora sí concluimos esta historia, gracias y nos seguimos viendo en mis otras historias, ya que El mar en la cima, está por la mitad, Escalafón apenas se puso bueno y claro la que comencé hace unos días, pronto más one-shots, sin más que lo disfruten.

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Diecinueve años han pasado.

Kara ya cerca de los 50 se ha convertido en la más mortífera cazarecompensas de la región, los criminales le temen aún más que antes pues sus poderes la han vuelto una completa salvaje, pero las personas que la conocen de cerca saben que es una dulzura y hoy es el día, hoy vuelve ha casa, ha decidido que esta sea su última misión.

Entregando las cabezas en Sacramento toma el dinero y su caballo para volver a Midvale donde su amada esposa la espera. La verdad sería más fácil volar allá, sin embargo, es adicta a cabalgar, Linterna ya está en las últimas, aunque sigue siendo su fiel su compañero, por lo que no lo presiona a llegar.

Ya llegarán.

En Midvale la sheriff Luthor sigue entrenando a su reemplazo.

-Dick Greyson junior- lo reprende, el muchacho salta alejándose del cadáver del buey muerto- ¡¿Que te dije cuando trates con ganado envenenado?!

-Que me cubra la nariz y la boca y ah qué no lo toque- dice mirando a la mujer que sobre su caballo negro lo mira levantando una ceja-. Lo olvidé.

En eso llega un muchacho, rubio de ojos verdes, montado en un caballo azabache. Es igual a su padre.

-Ya entrevisté a los testigos, hay un rastro al sur del rancho.

-¡Muy bien Logan!- felicita Luthor-. ¿Ves Dick? Ser sheriff no solo es aprender a disparar, hay que hacerse preguntas, esfuérzate que se supone que McNamara será tu secretario, no al revés.

El joven se pasa una mano por la nuca.

-El veneno fue ingerido por la necrosis en la lengua, podría ser por la nueva textilera que abrió cerca del río- dice haciendo el esfuerzo.

Luthor le sonríe.

-¡Muy bien! Investigaremos, es todo lo que podemos hacer por aquí, volvamos al pueblo a revisar los permisos y libros sobre los efectos de textiles en agua.

Los tres parten en sus caballos a la comisaría desde el rancho de los Brady. El joven Greyson no puede evitar hablar, no es tan taciturno como sus compañeros.

-Es muy exigente señorita Luthor.

Lena se ríe.

-Por dios chicos, yo los trato bien comparado con como Jimm nos traía a Kara y a mi.

-Cierto, mi abuelo era aterrador.

Logan McNamara solo sonríe, ni siquiera tiene veinte años, por lo que no recuerda el viejo Gordon. Los tres arriban a la comisaría encontrando a unos hombres gemelos sosteniendo las solapas de sus sacos tal como lo hacía su padre.

-Pero si son los hermanos Lord.

-¡Sheriff!

-¡Sheriff!

Y los dos lo pronuncian como hacia su padre.

-Veo que han traído un fugitivo, buenas tardes Cuervo azul.

El ahora viejo indio asiente.

-Pasen por favor- dice abriendo la comisaría-. Jess, Nia- saluda a su secretaria y a la hija que esta tuvo con Querl, que es su nueva aprendiz.

El revolver bajo la faldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora