Parte 5

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Determinación y voluntad

Siempre había escuchado esas palabras o variantes de ellas y las odiaba.

Su psicólogo le había diagnosticado una depresión aguda cuando era un adolescente, sus padres se habían cansado de él y recurrieron a ayuda profesional después de tanta insistencia de parte de los tutores.

Había presumido que estaba mejor después de dos meses de continua asistencia, la verdad, es que no había mejorado ni siquiera un poco, solo había dejado de asistir.

Así que guardo todo y siguió con su vida, lo intento, bastante en verdad, aveces no tenía las mejores maneras de desahogo, alcohol, tabaco, y otras cosas... no le ayudaron nunca, solo era una distracción al igual pasar tiempo con sus amigos, ya que al quedarse solo, su mente no lo dejaba en paz, podía quedarse despierto por horas solo pensando, no tenía sueño, o otras veces dormir por horas y horas sin siquiera hacer algo productivo o pensar en hacerlo.

Intento morir, varias veces lo considero pero solo una lo intento, robo las pastillas de su madre y las bebió, tan simple como eso, sus padres lo encontraron justo a tiempo, lograron salvarlo pero lamentablemente, encontraron un papel a su lado uno que no termino de escribir antes de desmayarse, solo se despedía y agradecía por todo, algo tan simple como eso lo llevo otros meses más al psicólogo y ya al cumplir los 18 decidió no asistir más pues, a lo suyo ya no le veía arreglo.

Fue a vivir con sus amigos creyendo -o fingiendo creer- que eso lo haría realmente feliz, tal vez los primeros meses cuando sus padres aún los respaldaban económicamente pero después los dejaron por su propia cuenta, subsistir solos fue realmente difícil, más para el castaño que perdía cada trabajo que tenía, por más que lo intento simplemente no le veía sentido a siquiera seguir intentando simular felicidad así que dejo de hacerlo, pasaron los años, tal y como esta actualmente.

¿La gota que derramó el vaso?, todo, fue una combinación de todo, peleas, desacuerdos, resentimiento, todo.

Su consciencia ya no lo soporta, tan solo existir no es vivir y en su caso nada le causaba una mínima felicidad o la voluntad de buscar la felicidad, su edad era lo que más le aterraba, en un par de meses tendría treinta años y... ¿Qué ha logrado hasta ahora?

Se queda en silencio y piensa callado, la pregunta resuena en su cabeza, su mirada se pierde y se queda inmóvil, tan solo pensando, no quiere aceptar que no ha logrado nada pero tampoco puede nombrar algo, solo guarda silencio.

Esa pregunta sin respuesta lo atormenta siempre, está solo con sus pensamientos.

Vuelve a la realidad, da un vistazo a su alrededor, estaba en el baño y lo había olvidado por completo.

Se mira al espejo, está un asco, las ojeras y las bolsas bajo sus cansados ojos, su piel es más palida de lo normal, su cabello está revuelto y su expresión parece de alguien muerto.

Se remoja la cara en el lavamanos, con la esperanza de que mejore su aspecto pero no lo logra, sigue igual, suelta un suspiro ante su apariencia y se retira directo hacia la tina.

Se desviste tirando todo al mojado suelo sin darle mucha importancia, no necesitara esa ropa luego.

Con la única prenda que se queda es con sus boxers para meterse en la tina cubriendo su pecho con agua tibia.

Paz, verdadera paz, euforia se podría decir, estaba tan satisfecho... ¡nadie lo podría arruinar...!

Lastima, la puerta comenzó a moverse alterando al castaño que soltó un pequeño gemido de dolor.

- ¡Llevas media hora allí!, ¡Sal de una puta vez! - grito la voz alterada de un noruego que golpeaba la puerta fuertemente.

Se quedó en silencio, no se tomaría las molestias de contestar, no ahora.

El gruñido de aquel noruego se escuchaba atraves de la puerta seguido de sus insistentes golpes.

Siguió por unos minutos, sin parar soltando gritos e insultos mientras sus amigos lo observaban desde lejos como si fuera un desquiciado.

Los golpes cesaron al no escuchar nada, después de un par de minutos se dió cuenta que tal vez se había dormido, aunque sonara estúpido... ¡era una posibilidad!

Solto un suspiro.

- ¿¡Qué demonios haces!? - grito el británico alterado aproximándose hasta el noruego que había roto la puerta de una patada.

Sus amigos se acercaron hasta el avellano que se había quedado inmóvil afuera del baño, no movió un solo músculo, solo observaban dentro del baño, al alcohólico en la tina.

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¡PUUM! ¡¡SUSPENSO!!

Maldito Tord degenerado.

Gracias por leer, muak muak<333

Él se fue [Mattom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora