Él se fue [Mattom]

Parte 9

Despertó, un agobiante día más.

Se sentía raramente pesado, miro a todos lados y solo entraba un rayo de luz de entre sus ventanas, las cortinas solo permitían ver un poco del sol y eso le molestaba.

Quería seguir durmiendo, despertar era horrible, solo quería dormir, dormir con él.

No planeaba ir a desayunar, tal vez el artista de la casa seguiría insistiendo para desocupar su habitación y eso solo lo molestaba.

Se quedó en silencio acostado en su cama y en medio de sus pensamientos logro ver la pequeña libreta que estaba encima de su mesa de noche, le daba curiosidad ver qué había allí pero sentía que no sería nada bueno.

Aún así, estiró uno de sus brazos para coger la libreta y verla de cerca, la abrió justo en la página donde se quedó y hecho un vistazo.

Decía lo siguiente:

"Hola, Matt."

"Espero que esto lo estés leyendo tú, si no, sería muy vergonzoso."

"Creo que sabes por qué estoy escribiendo esto, no es que me fascine escribirlo pero dejar una hoja al lado mío me parece muy ridículo."

"Creo que necesitas más que eso."

"Esto no es lo ideal, no lo escribí minutos antes,  esto ya lo llevo considerando mucho tiempo desde antes pero creo que ya era hora, viví más de lo que me esperaba."

"Se que debes estar pensando muchas cosas, y quiero explicarte antes de irme definitivamente, espero que lo leas todo y no esté quedando como un estúpido."

"Seguiría escribiendo pero lo haré mañana, irónicamente me estás llamando para cenar."

"Te quiero, Matt"

"Atte: Tom"

Matt apretó el cuaderno arrugando un poco la hoja, no dejaba de llorar.

Escucho pasos fuera de su puerta y tiro la libreta a su cama mientras limpiaba sus lágrimas.

Está vez el contrario si abrió la puerta y entro con algo de preocupación al escuchar los sollozos, pero se sintió peor al ver que se trataba del noruego.

Tord no era el más comprensivo, jamás lo fue así que ante el dolor ajeno no mostraba ni la más mínima empatía, o bueno, a menos que no seas Edd.

— Agh, ¿Estás llorando otra vez? — le miro de mala gana al rubio que estaba en la cama aún limpiando sus lágrimas.

Se sentía un poco avergonzado por el hecho de que apenas comenzaba el día y ya era un mar de llanto pero él no sabía lo que le estaba pasando y tampoco lo entendería.

— Bueno, cómo sea. Edd quiere que hablar contigo en la sala. — dijo para marcharse cerrando la puerta nuevamente.

Dejo al rubio en la oscuridad aun nervioso por esa conversación que para nada quería tener.

Soltó un suspiro y se levantó, miro de reojo la pequeña libreta algo intrigado por lo que decia después de esa página pero primero tendría que hablar con Edd.

Fue hacia la sala principal donde estaban sus dos amigos viendo televisor como normalmente, tragó saliva y se acercó hasta sentarse en el sillón pequeño y sacar su móvil intentando concentrar su atención en otra cosa.

Al artista vio de reojo al nórdico quien de inmediato se levantó y se fue a la cocina sin decir más, miro de vuelta al rubio quien no apartaba la mirada de su móvil, le asustaba ver de vuelta al castaño ya que sabia lo que quería hacer.

— Matt, sobre lo de ayer... — suspiró. — De verdad necesito que aunque sea lo pienses.

Matt de quedó callado, no volteo a verlo, ahora no necesitaba esa estúpida charla, no había pasado ni un mes desde su muerte y ya querían olvidarlo, el rubio no lo comprendía.

— No es sano. — menciono el artista algo triste por su amigo que aún estaba en negación.

— ¿No crees que es muy pronto? — respondió rápidamente el rubio sorprendiendo un poco al castaño. — Aún no pasa ni un mes.

La respuesta sorprendió al británico, la verdad que no lo creía así, pensaba que ya era hora de dejarlo ir de una vez pero a diferencia de Tord, Edd tenía empatía por el pobre rubio que le había caído peor la pedida.

— Está bien, ya no insisto. — cedió con una sonrisa.

El rubio permanecio allí unos minutos pero al sentir el tema ya solucionado se levantó del sofá en dirrecion hacia su habitación, antes de ser interrumpido por su amigo.

— Por cierto, Matt. ¿Cómo está tu hermana? Sigue viviendo en... — pensó la palabra que le faltaba.

— Canadá. —

— Si, eso. Tú... Irás con ella? — pregunto intentando no sonar insensible cosa que no funcionó.

— Si, eh... Pronto. — respondió sin más para darse la vuelta y caminar hacia su habitación.

Su vida estaba en pausa, había renunciado a su empleo pues pensaba que se iría pronto pero no resultó así.

Le había contado a su hermana lo que había pasado y lo comprendió, claro, pero aún así retrasaba más sus planes sin aparente explicación alguna.

Soltó otro suspiro más pesado al entrar a su habitación y se sentó a leer un poco de esa curiosa libreta que le pertenecía a la persona que tanto amaba.

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No soporte 😿...

Me fui por dos meses (record) perdón por la ausencia pero ya volví, o algo así...

Gracias por leer, muak muak<333